“El hecho de no poder proporcionar satisfactoriamente a la población de las zonas locales las necesidades básicas, incluidos alimentos, se ha convertido en un problema político grave que nuestro partido nunca podrá eludir”, dijo Kim Jong-un en una reunión del politburó a principios de semana recogida hoy por la agencia estatal de noticias KCNA.
Después de que el país sufriera un empeoramiento económico y alimentario tras la pandemia, la situación económica regional de Corea del Norte se encontraría en “una situación terrible”, según dijo el líder, y añadió que no existen las condiciones fundamentales y que hay graves desequilibrios.
Kim enfatizó la importancia de desarrollar la economía en áreas fuera de su capital, Pionyang, mediante la construcción de fábricas modernizadas en cada uno de sus condados durante la próxima década, afirmó durante un discurso en su Asamblea Popular (Parlamento).
“Existen graves desequilibrios y enormes brechas entre las regiones en términos de sus circunstancias geográficas, potencial económico y condiciones de vida. Se deben elaborar planes específicos y métodos correctos con buenas posibilidades de aplicación en la práctica”, afirmó Kim.
También prometió “fuertes medidas de apoyo estatal” para reducir la brecha económica entre las ciudades y las zonas rurales. “Debemos garantizar que se construyan nuevas fábricas industriales regionales modernas en todas las ciudades y condados del país en el futuro”, añadió el líder norcoreano.
Corea del Norte se ha visto afectada por una carestía alimentaria a raíz del blindaje de las fronteras del país por la pandemia de covid-19 y por una serie de malas cosechas y condiciones meteorológicas desfavorables, según observadores de la nación.
Se cree, no obstante, que la situación alimentaria habría mejorado con la reapertura progresiva del comercio con China durante los últimos meses, especialmente en el sector de los cosméticos y productos de belleza, según las últimas cifras de las aduanas chinas.