Pyongyang llevó a cabo una serie de ejercicios militares sin precedentes y amenazó con utilizar armas nucleares. ¿Se debe esto en parte a alianzas más estrechas con Rusia y China?
Pyongyang logró elevar aún más las altas tensiones en la Península de Corea con una serie de novedades militares.
Los medios estatales informaron la semana pasada que el líder norcoreano Kim Jong Un había supervisado ejercicios militares que simularon un ataque nuclear contra el sur, una invasión a través de la zona desmilitarizada que divide la península, y una ocupación del territorio del rival ideológico.
Corea del Norte argumentó que había actuado mientras Corea del Sur y Estados Unidos estaban planeando un ataque nuclear preventivo contra el norte. Los ejercicios incluyeron el lanzamiento de dos misiles balísticos tácticos desde lanzadores móviles cerca de Pyongyang.
El “mensaje claro” de Corea del Norte a EE.UU. y Corea del Sur
Pyongyang sostuvo que estaban enviando un “mensaje claro” a Seúl y Washington, que recientemente completaron un ejercicio militar conjunto de 11 días.
A su vez, insistió en que los vuelos de los bombarderos estratégicos estadounidenses B-1B, con capacidad nuclear, sobre la península, muestran que EE. UU. estaba “avanzando hacia un ataque nuclear preventivo planificado previamente contra nosotros”.
Los analistas creen que Corea del Norte ha logrado grandes avances en el desarrollo de armas nucleares y sistemas de misiles de largo alcance, pero tiene pocas posibilidades de invadir y ocupar con éxito la mitad sur de la península, a pesar de tener un ejército permanente de 1,3 millones de efectivos en servicio.
“En el pasado, los norcoreanos invirtieron mucho en artillería y en aumentar sus suministros de municiones, pero prácticamente todo eso es de las décadas de 1940 y 1950”, dijo Lance Gatling, analista aeroespacial y de seguridad y fundador de Gatling Associates, con sede en Tokio.
“Entonces, si bien tienen una enorme cantidad de material y artillería de cohetes, no son muy precisos a largo alcance. Además, las omnipresentes capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de los países avanzados tienen un tremendo impacto en cualquier capacidad ofensiva que ellos [Corea del Norte] pudiesen tener”, explica a DW.
Los satélites que orbitan a 500 kilómetros sobre la Tierra, las 24 horas del día y en todas las condiciones climáticas, detectarían cualquier ataque inminente norcoreano con mucha antelación.
Fuerzas aéreas y terrestres sin capacidad para ganar
Otro problema que enfrenta Corea del Norte es que sólo tiene tres posibles rutas terrestres de ataque contra el sur, además de viejos tanques y unidades de infantería mal equipadas.
Según Garren Mulloy, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Daito Bunka en Japón y experto en cuestiones militares, también las fuerzas aéreas norcoreanas tienen problemas.
“Los pilotos de combate de los países de la OTAN realizan un mínimo de 200 horas de vuelo operativo cada año en los aviones más avanzados de sus arsenales. Se estima que los pilotos norcoreanos sólo pueden trabajar 20 horas al año debido a la escasez de combustible y a la imposibilidad de obtener repuestos para sus aviones”, afirmó.
Hay otras interrogantes sobre las capacidades de Corea del Norte en otras áreas, incluidas las armas químicas, biológicas y bacteriológicas. “Sabemos que las tienen y, aunque ningún otro país del mundo las usaría, no podemos descartar por completo la posibilidad de que Pyongyang utilice estas armas, dependiendo de cuán amenazados se sientan”, dijo Mulloy.
El Instituto Coreano para Análisis de Defensa, con sede en Seúl, publicó un informe en enero, donde se indicaba que los científicos de Pyongyang han producido más de 2,2 toneladas de uranio. Dicho instituto cree que Corea del Norte podría tener 166 armas nucleares en 2030.
Además, Pyongyang ha ganado mayor confianza a medida que los acontecimientos geopolíticos en otras partes del mundo han conducido a alianzas de conveniencia mutua tanto con Rusia como con China.
Relación más estrecha con Rusia
“Corea del Norte obtuvo originalmente sus proyectiles de la Unión Soviética y de China y ha seguido fabricando este tipo de munición, lo que significa que tiene enormes reservas y puede seguir fabricando más”, dijo Gatling.
“Venderán su inventario y, aunque sea viejo, seguirá siendo eficaz y, para el norte, valioso porque estos proyectiles les permitirá obtener alimentos y petróleo”, zanjó.