A contar de este viernes Japón le exigirá a los viajeros desde China una prueba de PCR.
Eso ante el tsunami de contagios que se vive en el gigante asiático, que del domingo no publica balances oficiales nacionales y ha liberado varias de las restricciones que seguían vigentes.
La medida fue anunciada este martes y se suma a lo decidido por India el sábado, cuando estableció como obligatorias las pruebas, que de arrojar positivas terminarán con los pacientes en cuarentena.
En concreto, el primer ministro, Fumio Kishida, dijo que las autoridades exigirán las pruebas en aeropuertos nipones a todo aquel procedente de China al aterrizar, y que en caso de resultar positiva se obligará a guardar una cuarentena de siete días.
Kishida añadió también que los planes para incrementar las correspondencias aéreas con China se verán por el momento limitados.
“La preocupación ha aumentado en Japón, ya que es difícil comprender el verdadero alcance de la situación (en China)”, dijo en declaraciones que recoge la agencia Kyodo Kishida con respecto a la real circulación del virus en el país vecino, donde las autoridades han cerrado recientemente los centros callejeros para realizarse pruebas PCR.
Las medidas anunciadas por Kishida llegan después que el Gobierno chino dijera el lunes que a partir del 8 de enero aquellos que entren en el país ya no tendrán que hacer cuarentena, una exigencia que ha estado en vigor desde marzo de 2020 y cuyo fin permitirá a los ciudadanos y residentes del gigante asiático viajar de nuevo con normalidad.