Corea del Sur publicó este jueves una imagen del centro de la capital norcoreana, Pionyang, tomada por satélite con una cámara de alta resolución en respuesta a las fotos que el régimen publicó esta semana de dos ciudades surcoreanas supuestamente tomadas desde un satélite de reconocimiento militar de prueba.
La foto en color, facilitada por el Ministerio de Territorio, Infraestructura y Transporte, muestra con gran nitidez la céntrica plaza Kim Il-sung de Pionyang, epicentro de los grandes desfiles militares del régimen, y otros importantes puntos de referencia en torno a la ribera occidental de la capital norcoreana.
Entre estos se cuentan la sede del Partido de los Trabajadores, el Ministerio de Exteriores, la Casa de Estudios del Pueblo o los Grandes Almacenes número 1 situados en la calle Somun.
Este gesto responde a la publicación por parte del régimen este pasado lunes de dos fotografías tomadas por un dispositivo satelital de prueba lanzado el pasado domingo desde la estación de Sohae (al noreste del país).
Una de las fotos es de la capital surcoreana, Seúl, y la otra de la colindante ciudad portuaria de Incheon, situada en la costa del mar Amarillo.
Las imágenes son en blanco y negro y supuestamente fueron tomadas con una cámara con resolución de 20 metros, es decir, que capta una superficie de unos 400 metros cuadrados en cada pixel.
Se trata de una resolución muy baja, puesto que las cámaras de muchos satélites comerciales son capaces de captar unos cuatro metros cuadrados por pixel, y muy alejada de las supuestas capacidades de los satélites de reconocimiento militar de las grandes potencias, que se cree que pueden capturar hasta 0.25 metros cuadrados por pixel.
Las críticas recibidas por expertos surcoreanos enfurecieron al régimen y la hermana de Kim Jong-un, Kim Yo-jong, publicó al día siguiente un duro comunicado asegurando que se empleó una cámara de poco valor al tratarse de un dispositivo de prueba.
Pionyang ha dicho que quiere tener listo el satélite de reconocimiento para el próximo abril.
El volumen récord de pruebas de armamento que Corea del Norte ha realizado este año, unido a las grandes maniobras militares de Seúl y Washington y su creciente inversión militar, han elevado la tensión a máximos históricos en la península.