Harris recordó que "un ataque armado" implicaría "invocar la defensa mutua".
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, reafirmó este lunes en Manila la histórica alianza militar entre su país y Filipinas y aseguró que su país defenderá al país asiático en el Mar de China Meridional, donde mantiene una disputa con Pekín por la soberanía de varias islas y atolones.
“Estamos con ustedes en la defensa de las reglas y normas internacionales en lo que respecta al Mar de China Meridional. Un ataque armado contra las Fuerzas Armadas de Filipinas, embarcaciones públicas o aeronaves invocaría la defensa mutua de EE.UU.”, apuntó Harris durante su reunión con el presidente, Ferdinand Marcos.
Por su parte, Marcos alertó de que la situación en el Mar de China Meridional “está cambiando rápidamente”, y añadió que su país y EE.UU. “deben continuar progresando y fortaleciendo” su relación para poder “responder adecuadamente a estos acontecimientos”, recoge el medio ABS-CBN, presente en la reunión.
La representante de Washington, que llegó ayer al archipiélago, tiene previsto viajar el martes a la isla de Palawan, en el suroeste del país y bañada por el Mar de China Meridional -al que Manila se refiere Mar de Filipinas Occidental-, donde se reunirá con el equipo de Guardacostas y asociaciones de pescadores locales.
La visita de Harris coincide con un nuevo altercado entre guardacostas filipinos y chinos, que sucedió el domingo cuando un buque filipino trató de recoger un objeto no identificado cerca la isla Pag-asa, un islote ocupado por Filipinas y situado a unos 570 kilómetros del litoral occidental de Palawan.
Cuando los tripulantes filipinos ya habían comenzado a recoger el objeto, una lancha neumática desplegada por un buque de guardacostas chino apareció precipitadamente y se apropió de él, denunciaron hoy en un comunicado las Fuerzas Armadas de Filipinas.
El viernes, el presidente filipino mantuvo en Bangkok -en los márgenes de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, donde también participó Harris- una reunión bilateral con su homólogo chino, Xi Jinping, donde los mandatarios trataron el conflicto territorial.
China defendió que ambas partes deben limitarse a “consultas amistosas” y “gestionar las diferencias y las disputas adecuadamente”, mientras Filipinas apuesta por la conclusión del vinculante Código de Conducta en el Mar de China Meridional.
Además de Filipinas, Vietnam, Malasia, Taiwan y Brunéi reclaman partes de este estratégico mar -por el que circula el 30 % del comercio global y que alberga el 12 % de los caladeros mundiales, además de yacimientos de petróleo y gas- aunque China se atribuye la soberanía de esas aguas casi en su totalidad.
De momento, Filipinas es el único país que cuenta con una sentencia que avala sus reclamos, ya que la Corte Permanente de Arbitraje (CAP) de La Haya le atribuyó en 2016 la titularidad de varios territorios del mar de China Meridional, el atolón Scarborough y parte del archipiélago Spratly, donde China ha construido bases militares.
China, que apela a derechos históricos sobre la zona, nunca reconoció el fallo de la CAP y continúa con sus actividades militares y pesqueras dentro de la zona exclusiva económica de Filipinas.