Estados Unidos remarcó este miércoles que no reconoce la independencia de Taiwán y de que está comprometido con la política de una sola China, según se lee en el último informe de la Casa Blanca sobre seguridad nacional publicado este miércoles.
El documento llega dos meses después de que las relaciones entre Pekín y Washington volvieran a tensarse tras las visitas de representantes políticos estadounidenses a la isla.
“Nos oponemos a cualquier cambio unilateral del ‘statu quo’ de cualquiera de los lados y no apoyamos la independencia de Taiwán. Seguimos comprometidos con nuestra política de una China”, remarca Washington en un informe en el que también subraya su interés por mantener sus acuerdos diplomáticos con Taiwán.
“Mantendremos nuestros compromisos en virtud de la Ley de Relaciones con Taiwán para apoyar su autodefensa y nuestra capacidad para resistir cualquier uso de la fuerza o la coerción contra Taiwán”, dice el informe de la Casa Blanca.
La visita de Pelosi
La tensión entre China y Estados Unidos está viviendo un nuevo episodio desde los últimos meses, después de que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitará a principios de agosto de manera oficial la isla, que Pekín considera parte de su territorio.
La visita de Pelosi fue respondida por parte de China interrumpiendo conversaciones con Estados Unidos y llevando a cabo una serie de maniobras militares cerca del estrecho que separan ambos territorios.
En la última década al menos 150 congresistas de Estados Unidos han viajado de forma oficial a Taiwán, entre ellos 34 durante la actual Administración de Joe Biden. Este tipo de encuentros son vistos con recelo por Pekín, que los considera una amenaza a su soberanía, además de una violación de la ley de una sola China que firmó en 1979 con Washington.
Rusia, “amenaza continua” y “fuente de estabilidad
La Casa Blanca publicó este miércoles su nuevo plan estratégico en materia de seguridad nacional, en el que, entre otros puntos, reconoció que China es su “desafío geopolítico más importante”, aunque ha confiado en poder mantener una “coexistencia pacífica” por el bien del “progreso humano”.
Por otro lado, Washington también ha señalado que “Rusia representa una amenaza inmediata y continua” para la seguridad en Europa, así como una fuente de “inestabilidad a nivel mundial”.
Sin embargo, remarcó la necesidad de desarrollar “formas pragmáticas de interacción” para el “beneficio mutuo”.