Taiwán derribó este jueves por primera vez un dron supuestamente controlado por China que ingresó en el espacio aéreo sobre las aguas del islote Shiyu, cerca de Kinmen, después de que el Gobierno taiwanés haya prometido endurecer las medidas para frenar el aumento de las incursiones por parte del gigante asiático.
Soldados taiwaneses abatieron un “dron civil no identificado” que sobrevolaba una zona restringida en un islote cercano a China continental.
Así fue anunciado por el ejército de Taiwán, que en agosto detectó un récord de incursiones de aviones chinos a su zona de defensa aérea, constató RFI.
Es la primera vez que las fuerzas taiwanesas derriban un dron y ocurre en un momento de alta tensión con Pekín tras la visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
Taiwán, un territorio insular de 23 millones de habitantes, con un gobierno democrático propio, vive bajo la amenaza de invasión de China, que lo considera una provincia rebelde a recuperar algún día, si fuera necesario por la fuerza.
El ruido de sables aumentó tras la visita de Pelosi, que desencadenó unas maniobras militares a gran escala del ejército chino alrededor de la isla.
Escalada de incursiones chinas
En el marco de estos ejercicios, Taiwán registró en agosto 446 incursiones de aviones militares chinos a su zona de identificación de defensa aérea, un récord hasta la fecha, según una base de datos compilada por Agence France-Presse basada en cifras divulgadas por el ministerio taiwanés de Defensa.
En las últimas semanas, las autoridades taiwanesas también han registrado una serie de incidentes en los que pequeños drones sobrevolaban puestos militares.
El ministerio de Defensa de Taiwán dijo el jueves que un pequeño dron civil entró a una “zona restringida” sobre el islote Shiyu, una pequeña ínsula entre China y las islas taiwanesas de Kinmen, a pocos kilómetros del continente.
“Las tropas estacionadas siguieron el protocolo para advertir al dron, pero fue en vano. El dron fue derribado en fuego defensivo”, dijo el ministerio.
Videos del suceso circularon en las redes sociales de China y Taiwán, incluido uno en el que se veía a soldados taiwaneses lanzando rocas al aparato.
El ejército taiwanés y su presidenta Tsai Ing-wen advirtieron esta semana que iban a disparar contra los drones si ignoraban los avisos para alejarse.
El lunes, el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores Zhao Lijian dijo que estas incursiones “no eran para hacer un escándalo” porque los drones “sobrevolaban territorio chino”.
No está claro quién maneja los aparatos porque estas islas están tan cerca de China continental que un civil puede hacer volar fácilmente un dron comercial a esa distancia.
“Guerreros civiles”
La creciente belicosidad de China bajo la presidencia de Xi Jinping y la invasión de Rusia a Ucrania han despertado dudas sobre si el ejército de Taiwán podría plantar cara a una invasión desde el continente.
El jueves, el excéntrico magnate taiwanés Robert Tsao, que hizo fortuna en la industria de los semiconductores, lanzó su propia propuesta para mejorar las capacidades defensivas del territorio.
Tsao afirmó que donará 1.000 millones de dólares taiwaneses (33 millones de dólares) de su propio dinero para formar 3 millones de “guerreros civiles” y 300.000 francotiradores que puedan unirse al ejército en caso de invasión.
“La amenaza del Partido Comunista Chino para Taiwán está creciendo y la lucha contra él representa la libertad contra la esclavitud, la democracia contra el autoritarismo y lo civilizado contra lo bárbaro”, dijo el hombre de 75 años.
Con 88.000 soldados, Taiwán se ve claramente superado por el millón de soldados del Ejército Popular de China, también mejor equipado.