China considera Taiwán como parte de su territorio y desea la "reunificación" con la isla, democráticamente gobernada.
En los últimos años, han venido arreciando las tensiones entre China y Taiwán por el estatus de la isla.
Beijing reclama la soberanía de Taiwán y ha prometido la “reunificación” del territorio. Por la fuerza, si es necesario. Cualquier choque militar entre ambas partes podría arrastrar a Estados Unidos, dados los lazos de Washington con Taipéi.
¿Cuál es el origen del conflicto?
China y Taiwán llevan separadas desde 1949, cuando concluyó la guerra civil con la victoria comunista, bajo el liderazgo de Mao Zedong.
Los nacionalistas derrotados, a cuyo frente se encontraba Chiang Kai-shek, se replegaron en Taiwán.
La isla está separada del continente por el Estrecho de Taiwán. Tiene un gobierno elegido democráticamente y una población de unos 23 millones de personas.
Durante décadas, Beijing ha seguido considerando Taiwán como una provincia china con la que desea “reunificarse”.
¿Cuál es el estatus internacional de Taiwán?
Beijing dice que solo hay “una China” y que Taiwán forma parte de ella.
China presiona a países de todo el mundo para que rompan lazos diplomáticos con Taiwán. Actualmente, sólo 14 países mantienen relaciones oficiales con Taiwán.
Taipéi no es miembro de las diversas agencias de Naciones Unidas, pero sí forma parte del Banco Asiático de Desarrollo y de la Organización Mundial del Comercio.
China también presiona a empresas de todo el mundo para que consideren Taiwán como parte de China. En 2021, por ejemplo, Beijing cortó el comercio con Lituania, miembro de la Unión Europea, por abrir una oficina diplomática taiwanesa en su capital.
¿Cómo es la relación de EE. UU. con Taiwán?
Desde el principio, Estados Unidos reconoció el de Taipéi como el gobierno de toda China. Pero, en 1979, Washington revocó sus lazos diplomáticos y su tratado de defensa mutua con Taiwán para establecer relaciones diplomáticas formales con la China continental.
A pesar de este giro, Washington ha seguido manteniendo estrechos lazos extraoficiales con Taipéi. Sigue vendiendo material militar de autodefensa a Taiwán, a pesar de las reiteradas advertencias de Beijing de no hacerlo.
Buques de guerra estadounidenses navegan regularmente por las aguas del Estrecho de Taiwán para exhibir el poderío militar estadounidense en la región.
EE. UU. asegura que su objetivo es asegurar la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán. El Gobierno de Trump profundizó los lazos militares con la isla, vendiendo armas por más de 18 mil millones de dólares a la isla. Joe Biden, por su parte, ha dicho que saldría en defensa de Taipéi si fuera atacada.
¿Podría China emprender acciones bélicas por Taiwán?
Beijing no ha descartado usar la fuerza para lograr la reunificación. En un importante discurso de 2019, el presidente chino, Xi Jinping, dijo que el statu quo no podía continuar para siempre.
“No prometemos renunciar al uso de la fuerza y nos reservamos la opción de utilizar todos los medios necesarios”, dijo en aquel momento.
Xi también ha insistido en que la reunificación es esencial para la realización del “sueño chino” de restablecer el estatus de gran potencia mundial en 2049.
China envía cada vez más a menudo por aire sus cazas, bombarderos y aviones de reconocimiento cerca de la isla, aparte de desplegar músculo por mar con sus buques de guerra en el Estrecho de Taiwán.
¿En qué punto se encuentran las relaciones China-Taiwán?
Las tensiones han escalado desde la elección de la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen en 2016. Bajo su mandato, ha ganado fuerza el movimiento que desea declarar formalmente la independencia.
Tsai rechaza el consenso de 1992, un acuerdo político sobre la naturaleza de la relación entre Taipéi y Beijing, alcanzado por representantes de ambas partes, en el que se acordaba la existencia de “una sola China”, aunque con diferentes visiones sobre lo que eso significaba.
La mandataria ha incrementado el gasto en defensa, con un presupuesto récord de 17 mil millones de dólares para 2022.
El martes, Tsai se subió a un buque de guerra para observar los más grandes ejercicios aéreos y navales de todo el año. Los ejercicios, que simulaban la repulsión de una fuerza invasora, forman parte de los esfuerzos por incrementar la alerta de combate ante la creciente presión militar por parte de China.