Estas incursiones son las más importantes desde el 23 de enero, cuando 39 aviones entraron en la llamada zona de identificación de defensa aérea (“Adiz”) de la isla.
El ministro de Defensa de Taiwán anunció el lunes que había puesto en marcha sus propios aviones y desplegado sistemas de misiles de defensa aérea para vigilar la actividad china.
Pekín ha lanzado campañas de incursiones en la zona de defensa de Taiwán en los últimos años para demostrar su descontento y mantener bajo presión a la envejecida fuerza aérea de Taipéi.
La isla vive bajo la constante amenaza de invasión de China. Pekín considera el territorio como propio y ha prometido recuperarlo, por la fuerza si es necesario.
La semana pasada, Estados Unidos acusó a Pekín de elevar las tensiones en torno a Taiwán, y el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, mencionó explícitamente las incursiones aéreas como un ejemplo de “retórica y actividad cada vez más provocativa”.
Después del republicano Lindsey Graham en abril, la senadora demócrata Tammy Duckworth llegó el lunes a Taipéi para mostrar su apoyo.
Duckworth es la principal patrocinadora de la Ley de Asociación con Taiwán, que quiere profundizar las relaciones de seguridad entre Washington y Taipéi, y que aún no ha sido votada.
Tras una reunión con Duckworth el martes, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, sugirió que ya estaba en marcha algún tipo de acercamiento.
“El Departamento de Defensa de Estados Unidos está planeando activamente la cooperación entre la Guardia Nacional y las fuerzas de defensa de Taiwán”, dijo Tsai en un comunicado, sin dar más detalles.
El año pasado, Taiwán registró un récord de 969 incursiones aéreas militares chinas, según datos recopilados por AFP, más del doble de las 380 incursiones de 2020.