En el marco del Día del Trabajador, miles de personas marcharon en Colombo, Sri Lanka, para exigir la renuncia del presidente Gotabaya Rajapaksa.
Decenas de miles de personas protestaron este domingo en Colombo con motivo del Día Internacional del Trabajo para pedir la dimisión del presidente esrilanqués, Gotabaya Rajapaksa, y su Gobierno por la grave crisis económica que ha causado escasez de combustible y alimentos.
Manifestaciones convocadas por sindicatos y partidos opositores en diferentes puntos de la capital de la nación isleña convergieron con las acampadas instaladas desde hace casi un mes frente al edificio de la Secretaría Presidencial y la residencia del primer ministro, Mahinda Rajapaksa.
Peticiones de dimisión
“Presidente, es tiempo de que se retire elegantemente antes de que sea vergonzosamente obligado a dimitir”, dijo a Efe un sindicalista vestido de rojo, Ranjith Silva, que como miles de otros trabajadores se manifestaron frente a la oficina presidencial.
Decenas de miles de personas se acercaron al parque Galle Face Green, epicentro de las protestas, mientras que cientos de manifestantes instalaron hoy dos tiendas de campaña frente a la residencia del primer ministro.
Unas 20.000 personas llegadas de todo el país acudieron, según los organizadores, a la manifestación en la icónica plaza de la Independencia, organizada por el principal partido de la oposición en Sri Lanka, el Samagi Jana Balawegaya (SJB).
“Vamos a tumbar este Gobierno y revivirlo, pero no estamos dispuestos a tratar con los Rajapaksas que han saqueado este país”, dijo el líder de la oposición, Sajith Premadasa, a los manifestantes.
El principal partido de la oposición también afirmó que presentará una moción de censura contra el Gobierno y el presidente en los próximos días.
El expresidente y líder del Partido de la Libertad de Sri Lanka (SLFP), Maithripala Sirisena, afiliado al Gobierno hasta que comenzaron las protestas, llamó a elecciones anticipadas durante su propia manifestación.
“Casi 300.000 personas están pasando hambre sin comida, el Gobierno debería permitir al pueblo decidir en unas elecciones. Hay gente que podría morir en casa o en las calles por lo que está pasando”, dijo Sirisena en el centro de Colombo.
Por su parte, el partido izquierdista Janatha Vimukthi Peramuna (JVP) reunió también a un gran número de manifestantes.
“Tanto el presidente como el primer ministro están recluidos en refugios en sus propias casas oficiales, no pueden ni reunirse con la gente”, dijo el líder del JVP, Anura Kumara Dissanauaka.
Rajapaksa se mantiene firme
El partido de Gotabaya Rajapaksa, el Sri Lanka Podujana Peramuna (SLPP), organizó su propio evento con motivo del Día Internacional del Trabajo, durante el que el ministro de Educación Dinesh Gunawardena defendió al Gobierno.
“El Gobierno no es elegido para ser enviado a casa después de dos años, queremos expresar este mensaje en nuestro encuentro de hoy”, dijo Gunawardena ante varios cientos de seguidores.
A pesar de las multitudinarias protestas, tanto el presidente como el primer ministro se han mantenido firmes en sus puestos.
La nación isleña se enfrenta a una crisis económica sin precedentes provocada, en parte, por su gran endeudamiento, la recesión económica durante la pandemia y una caída drástica de la actividad turística.