El miércoles, 19 de enero de 2022, se levantó en Almaty y en otras ciudades de Kazajistán el estado de excepción impuesto desde el 5 de enero en todo el país por el presidente Kassym-Shomart Tokayev.
El 12 de enero, la medida ya se había levantado en las regiones del oeste y norte de Kazajistán y Pavlodar, fronterizas con Rusia. Y, dos días después, en las regiones del este de Kazajistán, Karaganda y Turkestán, así como en Shymkent, la tercera metrópoli del país.
Los que más han tenido que esperar para que se ponga fin al estado de emergencia han sido los habitantes de la capital, Nur-Sultan, y de la antigua capital kazaja, Almaty, donde comenzaron las protestas a principios de enero.
Allí, en particular, se produjeron sangrientos enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía, así como saqueos.
Descontento generalizado en Kazajistán
En Almaty, la ciudad más habitada del país, desde el 12 de enero la situación ya era relativamente más tranquila.
El transporte público volvía a funcionar, los centros comerciales y bancos estaban abiertos. Las líneas telefónicas e internet también fueron restableciéndose.
Sin embargo, una gran parte de la población de Almaty está muy descontenta hoy en día con la actuación del gobierno durante el estado de emergencia, especialmente en los días en los que ya se había restablecido en gran medida el orden en la ciudad.
Las redes sociales están llenas de quejas de ciudadanos que cuentan sus experiencias.
“Los teléfonos móviles eran revisados con mayor frecuencia por miembros de la Guardia Nacional y de la Policía de patrulla, lo que era inaceptable e ilegal durante el estado de emergencia”, dijo el abogado kazajo Jokhar Utebekov.
“Lo único permitido era registrar a las personas y sus automóviles, en busca de armas o bienes robados. No tenía sentido detener a la gente para revisar sus teléfonos móviles”, agregó.
“Se produjeron muchas detenciones y encarcelamientos injustificados”, dijo además el abogado kazajo.
Según Utebekov, las fuerzas del orden estaban completamente desorganizadas porque la Fiscalía ya no las controlaba.
Ni los fiscales ni los jueces han respondido a las denuncias de la población sobre tortura y otras violaciones de la ley.
“No se trata de inventos”
Zhangeldy Suleymanov, otro conocido jurista kazajo también se mostró consternado por lo ocurrido tras la imposición del estado de excepción.
Según Suleymanov, es común en todo el mundo tomar medidas restrictivas cuando el orden constitucional de un país o la vida de los ciudadanos se ven amenazados.
“Pero, al mismo tiempo, el estado de emergencia debe aplicarse de acuerdo a la ley. Sin embargo, la práctica en nuestro país ha demostrado que ha habido excesos. Leo informes que me ponen los pelos de punta. No se trata de inventos, sino de historias de personas reales. Hablan de detenciones ilegales y de controles en sus teléfonos móviles sin autorización judicial”, afirmó Suleymanov a DW.
Y agregó que hay muchos casos de personas golpeadas y torturadas por la Policía. “El estado de emergencia permitió a algunos policías cometer violaciones de la ley, lo que daña la reputación de las autoridades”, señaló el abogado.
Debido a que muchos ciudadanos de Almaty y otras ciudades kazajas siguen quejándose en las redes sociales del comportamiento de las fuerzas del orden, se sospecha que el gobierno podría extender el estado de emergencia en Almaty y en algunas partes del país.
Dudas sobre datos de las autoridades de Kazajistán
También hay descontento por la información proporcionada por las autoridades.
Muchos kazajos desconfían de las cifras oficiales difundidas el 16 de enero, según las cuales habrían muerto 149 civiles y 11 policías solo en Almaty a principios de enero.
En todo el país se habrían producido 225 muertes, 19 de ellas de las fuerzas del orden.
Muchos ciudadanos dudan también de las cifras de la Fiscalía General, según las cuales más de 4.500 personas habrían resultado heridas.
Hay voces que suponen que el número de víctimas es mucho mayor. Mientras tanto, en las redes sociales se está llamando a organizar una manifestación pacífica en Almaty cuando se levante el estado de excepción para exigir explicaciones a las autoridades.
Advertencias policiales
Las autoridades han dado inmediata respuesta a estos llamados en redes sociales. En la noche del 18 de enero, se difundió a través de los medios de comunicación y las redes sociales una advertencia del jefe del departamento de Policía regional de Almaty, Serik Kudebayev.
El aviso indicaba que había una amenaza terrorista en la región y que el nivel de alerta seguía siendo “rojo”. La Policía de Almaty pide a los residentes su comprensión si ellos personalmente o sus automóviles son registrados.
También se les pide que sean comprensivos con los puestos de control temporales que se han establecido y con las restricciones a la circulación en determinadas partes de la ciudad.
También se anunció que, a partir del 19 de enero, entra en vigencia una “operación preventiva” denominada “ley y orden”, según la cual las autoridades tomarían medidas contra cualquier protesta organizada.