Un periodista estadounidense detenido desde mayo en Birmania fue condenado este viernes a once años de prisión por la junta militar, que asfixia a la prensa desde el golpe de Estado de febrero en ese país del sudeste asiático.
Un tribunal de Birmania condenó este viernes a once años de cárcel al periodista estadounidense Danny Fenster por distintos delitos, entre ellos el de violar una ley que castiga a quien trate de deslegitimar a la junta militar que desde febrero gobierna este país del sudeste asiático, y que asfixia a la prensa desde que perpetró el golpe de Estado.
“Danny Fenster fue condenado a 11 años de detención por incitación a la disidencia, asociación ilegal y vulneración de la ley sobre los visados”, declaró su abogado Than Zaw Aung, agregando que su cliente aún no ha decidido si apelará o no el fallo. El reportero, encerrado en una cárcel de la junta militar en Rangún, fue acusado además hace dos días por terrorismo y sedición, cargos que le pueden acarrear una condena de por vida.
Según el portal de noticias Frontier, para el que el profesional trabajaba, tres años de cárcel son por violar la ley que castiga a quien deslegitime a la junta, otros tres por asociación ilegal y cinco por quebrantar la ley inmigratoria. El medio añadió que los cargos se basan en la acusación de que Fenster trabajaba para Myanmar Now, un medio ilegalizado por los golpistas el 1 de febrero de 2021, pero el periodista había abandonado ese periódico para unirse a Frontier en julio de 2020.
Sentencia “escandalosa e inaceptable”
La decisión fue anunciada después de un juicio a puerta cerrada en un tribunal dentro de la prisión de Insein, en Rangún. “No hay ninguna prueba para condenar a Danny por estos cargos. Su equipo legal ha demostrado claramente al tribunal que había dimitido de su trabajo para Myanmar Now y trabajaba para Frontier desde mediados del año pasado”, afirmó Thomas Kean, director del periódico.
Esta sentencia es “escandalosa e inaceptable, las acusaciones fueron inventadas por completo”, declaró Phil Robertson, vicedirector del departamento para Asia de Human Rights Watch. En tanto, el consultor de Crisis Group Myanmar, Richard Horsey, apuntó que “este régimen no respeta ninguna regla, está determinado a hacer lo que quiere”.
En el momento de su arresto, en el Aeropuerto Internacional de Rangún el 24 de mayo, Fenster se disponía a tomar un avión para salir del país. El hombre de 37 años había estado cubriendo el golpe militar y la posterior represión contra la disidencia. Desde el golpe de Estado, más de un centenar de periodistas han sido detenidos por las fuerzas de la junta, según datos de Reporteros Sin Fronteras.
El golpe liderado por el general Min Aung Hlaing, que derrocó a la líder civil de facto Aung San Suu Kyi, ha sumido al país en una crisis política, social y económica, así como en una espiral de violencia con el nacimiento de nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que sufre Birmania desde hace décadas.