Un tribunal de Hong Kong dictó nueve años de prisión para un camarero que se convirtió en la primera persona condenada en virtud de la nueva ley de seguridad nacional impuesta por China en la excolonia británica.
Tong Ying-kit, de 24 años, fue declarado culpable el martes de terrorismo por atropellar con su motocicleta a tres policías y de incitación a la secesión por llevar una bandera con la consigna “Liberen Hong Kong, la revolución de nuestro tiempo”, el lema de las multitudinarias manifestaciones prodemocracia de 2019.
Los hechos ocurrieron el 1 de julio de 2020, un día después de que entrara en vigencia el mencionado cuerpo legal.
El martes, tres jueces lo declararon culpable al considerar que la bandera que llevaba contenía un eslogan “capaz de incitar a otras personas a cometer un acto de secesión” y por consiguiente era ilegal.
Los magistrados lo condenaron a ocho años por “terrorismo” y a seis años y medio por “incitación a la secesión”, pero precisaron que el total será de nueve años porque las dos penas podían ser conmutadas parcialmente.
El juicio de 15 días se celebró sin jurado, un cambio en la tradición jurídica del centro financiero.
Los tres magistrados fueron designados por las autoridades locales para juzgar los delitos que afectan a la seguridad nacional.
Sus delitos fueron “graves” pero “no los peores de su tipo”, aseguraron.
Los abogados de Tong declararon a la AFP que apelarán la sentencia.
Uno de ellos, Lawrence Lau, leyó una declaración del camarero. “El tiempo pasa rápido. Les doy las gracias por todo su apoyo y preocupación”, indicó.
La sentencia tiene profundas implicaciones para el futuro de los casos procesados bajo la nueva ley de seguridad nacional.
Más de 60 personas han sido acusadas en virtud de esta ley, incluidos algunos de los más reconocidos activistas prodemocracia como Jimmy Lai, dueño del clausurado diario Apple Daily. La mayoría esperan su juicio en prisión preventiva.
Hong Kong fue durante varios meses de 2019 escenario de manifestaciones casi diarias y en ocasiones violentas para denunciar el declive de las libertades en la ciudad y la creciente injerencia de Pekín en los asuntos de la excolonia británica.
China reacciona con mano dura
La ley de seguridad se ha usado contra la disidencia y las autoridades se han propuesto erradicar cualquier persona que considere antipatriótica.
Esta campaña ha provocado en los últimos días una actividad frenética por parte de la policía y los tribunales.
Horas antes que Tong fuera encarcelado, Chow Hang-tung, un abogado y activista prodemocracia, compareció ante el tribunal para declararse no culpable del cargo de alentar a los habitantes de Hong Kong a conmemorar el aniversario de la represión en la Plaza Tiananmen de Pekín.
“El luto no es un delito. Me declaro inocente”, señaló ante el tribunal.
En otra vista judicial, el profesor de derecho Benny Tai, un líder de las protestas prodemocracia en 2014, se enfrentaba a nuevos cargos presentados por el organismo de control anticorrupción.
Tai, de 57 años, ya estuvo en el pasado varias veces en la cárcel por su participación en causas prodemocracia. Actualmente está detenido en virtud de la ley de seguridad nacional.
En otro tribunal, el presentador de radio Tam Tak-chi está siendo juzgado por presunta sedición en virtud de una ley de la era colonial que se usa por primera vez desde que el Reino Unido traspasó la soberanía de la ciudad a China en 1997.
El viernes la policía también anunció que investiga a los fans de los Juegos Olímpicos que abuchearon el himno nacional de China y entonaron cánticos mientras sonaba durante una proyección pública en un centro comercial.
Las autoridades también anunciaron que un adolescente y un hombre de 26 años han sido arrestados por “intimidación criminal” por haber instado en Facebook a los consumidores a boicotear a los anunciantes de un canal de noticias local considerado progubernamental.