Reivindica más de 90 millones de miembros pero dirige a la sombra a la segunda potencia mundial. El Partido Comunista de China (PCC), que celebra su centenario el 1 de julio, se caracteriza por su opacidad.
Nacido en la clandestinidad, el PCC permanece fiel a sus raíces marxistas-leninistas y su funcionamiento interno huye de las miradas, aún cuando tiene el monopolio del poder y el debate público en China.
“La más grande sociedad secreta del mundo”, como lo calificó el experto en asuntos de China, Jean-Pierre Cabestan, vive en simbiosis con el Estado chino.
En esas condiciones resulta difícil evaluar su influencia sobre el país separadamente del de la administración, porque muchos edificios públicos albergan órganos del Estado y del partido, y muchos funcionarios son al mismo tiempo dirigentes del PCC.
¿Cuándo fue fundado?
Según la historia oficial, el PCC no fue fundado el 1 de julio de 1921, sino el 23 de julio, en un primer “congreso” de 13 participantes reunidos en secreto en la antigua concesión francesa de Shanghái.
Sin certeza sobre la fecha exacta, será el futuro fundador de la República Popular, Mao Zedong, quien fijará arbitrariamente, 20 años más tarde, el 1 de julio como fecha del aniversario.
¿Quiénes son miembros?
El partido reivindica 92 millones de miembros, pero la lista de integrantes no se conoce. Ocasionalmente se levanta el velo de misterio, como en 2018 cuando la prensa oficial reveló que Jack Ma, el multimillonario más famoso de China, era miembro del PCC.
La organización es “apenas” el segundo mayor partido político del mundo, detrás del BJP del primer ministro indio, Narendra Modi, con 180 millones de miembros.
¿Cómo se financia?
El presupuesto del PCC no es público.
El partido tiene recursos propios, como las cuotas de sus miembros que aportan entre 0,5% y 2% de sus ingresos.
En 2016, un diario oficial citó la cifra de 7.080 millones de yuanes (1.104 millones de dólares al cambio actual) como el total de ingresos por cuotas el año precedente.
Dividido por el número de afiliados, significa un aporte de 80 yuanes (12 dólares) por persona cada año.
Su patrimonio también es oscuro, pero el partido está al frente de un imperio financiero y administra empresas, como hoteles y fábricas, explicó a Agence France-Presse Jean-Pierre Cabestan, de la Universidad Bautista de Hong Kong.
En cuanto al salario de sus dirigentes, la opacidad es total, incluso cuando los dirigentes del partido están en principio alineados con la planilla de la función pública.
Muchos de ellos tienen ventajas adicionales como vivienda, vehículo y servicio doméstico, que no aparecen en los salarios base.
La cuestión de la fortuna de los altos responsables chinos es un tema aún más sensible, y los medios extranjeros que en 2012 se arriesgaron a abordarlo fueron sancionados por el régimen.
El militante anticorrupción chino, Xu Zhiyong, quien reclamaba transparencia en el patrimonio de los dirigentes, fue condenado en 2014 a cuatro años de prisión.
Reuniones secretas
Los grandes encuentros públicos del partido, como son el Congreso quinquenal, se cierran sistemáticamente con la adopción de decisiones casi unánimes.
Pero en las altas esferas, las reuniones del Comité Central, de 200 miembros, y el Buró Político, 25 miembros, se celebran a puerta cerrada.
La televisión pública se limita a retransmitir los monólogos del secretario general, Xi Jinping.
Los debates, si los hay, no son públicos, como tampoco los resultados de las eventuales votaciones.
Las tensiones en el seno del aparato pueden ser fuertes, como lo demostró en 2012 la eliminación de la estrella rutilante del régimen, Bo Xilal, rival de Xi Jinping.
En contraste con las divisiones en las democracias occidentales, “disimular las tensiones internas permite al PCC presentar un rostro de acero ante sus enemigos y la gente de China”, explicó Cabestan.
¿Cuántas víctimas?
En el exterior, la mayor parte de los especialistas en historia china calculan entre 40 y 70 millones el número de personas muertas a causa de la política del partido desde su llegada al poder en 1949, por las purgas, la hambruna causada por el Gran Salto Adelante, represión en el Tíbet, la Revolución Cultural, la masacre de Tiananmen, y otros.
Consultado por la Agencia AFP, el Departamento de Organización del PCC no respondió cuál es el numero en la evaluación oficial del partido.