El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, admitió que ha habido “defectos” en la gestión del partido único en la primera mitad del año, y prometió esfuerzos para resolver las “serias dificultades” que afronta el país, al cierre de una sesión plenaria de ese órgano político.
El dictador norcoreano envió este mensaje en la última jornada del pleno del Partido de los Trabajadores, que se celebró en la víspera tras prolongarse durante cuatro días y fue recogido hoy por los medios estatales.
Durante las reuniones, las principales figuras políticas del régimen que encabeza Kim abordaron los problemas más urgentes que afronta el país -en particular la escasez alimentaria-, y desvelaron su estrategia exterior hacia Estados Unidos.
En su intervención al cierre de las sesiones, Kim prometió que el partido “encarará y superará los desafíos que aguardan en el camino de la revolución” y se mantendrá firme “pese a las graves dificultades que podría afrontar en el futuro”, según recoge la agencia estatal KCNA.
Kim, además, señaló “uno a uno los graves problemas que se han revelado en la vida y el trabajo de los miembros del órgano central del Partido de los Trabajadores”, y destacó la necesidad de “extraer lecciones de esos defectos” en los que se incurrió durante el primer semestre de este año.
En las jornadas anteriores del plenario, Kim también admitió la gravedad de la situación alimentaria de la población al señalar que ésta “se está volviendo tensa”, y se comprometió a tomar medidas concretas para mejorar la seguridad alimentaria del país y para proveer a los niños de alimentos básicos.
Organizaciones con presencia en Corea del Norte vienen alertando de la severa escasez de productos básicos como alimentos o medicinas que sufre el Norte desde hace meses debido al impacto de las sanciones internacionales, las malas cosechas y su mayor aislamiento a raíz de la pandemia.
En materia de política exterior, Kim también llamó a su país a prepararse “tanto para el diálogo como para la confrontación” con EEUU, un mensaje que ha sido interpretado por los expertos como su primer gesto favorable a las negociaciones con Washington desde la llegada de Joe Biden al poder.
La sesión plenaria del partido único de esta semana ha sido la tercera reunión de este tipo en lo que va de año, y supone una de las escasas ocasiones en las que el régimen arroja luz sobre sus prioridades políticas.
Durante esta sesión, el Partido de los Trabajadores también discutió aspectos organizativos que incluyen la elección de miembros de su buró político.