Cuatro personas murieron en un atentado con un artefacto de fabricación artesanal contra un edificio administrativo en un pueblo del sur de China, un hecho poco común en el país, informaron las autoridades.
El hombre que colocó este artefacto de fabricación artesanal, que tenía 59 años, también habría fallecido en la explosión, según la policía, y hay cinco personas heridas.
La explosión se produjo el pasado lunes por la mañana en Mingjing, un pueblo de 3.000 habitantes cercano a Canton, donde hay un proyecto de urbanismo que implicará expropiaciones.
Un video difundido en la página de noticias Jiemian muestra una oficina destruida por la explosión, con sangre en las paredes y personas en el suelo, inconscientes.
La prensa local especificó que el edificio tomado como blanco albergaba el Comité del Pueblo, órgano donde se toman las decisiones relativas a la propiedad de la tierra y las viviendas.
El año pasado, las autoridades locales atribuyeron 110 hectáreas a un promotor inmobiliario de Shanghái, que previó reconstruir un pueblo antiguo para atraer a los turistas, según la prensa local.
Este proyecto implicará que varias familias deberán dejar sus casas y ser trasladadas a otro lugar. Personas que viven en la zona dijeron que el atentado estaba sin duda vinculado a los problemas con las indemnizaciones a las personas que deben dejar sus casas.
La AFP no pudo verificar estas informaciones, pero el tema de las expropiaciones es a menudo fuente de tensiones en China entre las autoridades y los ciudadanos.
Entre 2005 y 2015, hubo entre uno y cinco millones de agricultores expropiados por año, muchos sin recibir indemnizaciones, según un estudio de la universidad de Hong Kong.