El régimen chino justificó este viernes la imposición de una reforma electoral en Hong Kong diciendo que era un segundo “puñetazo” después de la ley de seguridad nacional que puso fin al “caos” en la antigua colonia británica.
Hong Kong fue escenario de multitudinarias manifestaciones prodemocracia, algunas de ellas violentas, en 2019 contra la interferencia de Pekín.
Desde entonces, el gobierno chino ha reprimido duramente la oposición, deteniendo a decenas de activistas e imponiendo una draconiana ley de seguridad nacional.
El jueves, el Parlamento chino allanó el camino para imponer una reforma electoral en el enclave y aprobó un proyecto de ley que autorizaría a un “comité electoral”, subordinado a Pekín, la selección de los candidatos para las elecciones legislativas en el territorio autónomo.
Este dispositivo permitiría a China descartar los candidatos favorables a la oposición prodemocracia, que ganó por mayoría en 2019 unas elecciones para elegir a los concejales de distrito.
En rueda de prensa, Zhang Xiaoming, un alto cargo de la Oficina de los Asuntos de Hong Kong y Macao del gobierno chino, justificó la ley por el “caos” que, según dijo, se apoderó de la metrópolis financiera durante las manifestaciones contra el ejecutivo pro-Pekín en 2019.
El proyecto de ley y la adopción el año pasado de una ley de seguridad nacional que sofocó las protestas son “una serie de puñetazos (…) destinada a detener eficazmente el caos” en Hong Kong, dijo Zhang.
China no hará “ninguna concesión” en su proyecto de reforma electoral, añadió, tras las críticas de Occidente, que acusa a Pekín de querer acabar con la democracia en Hong Kong.
El problema en Hong Kong es “político”, afirmó el funcionario, reiterando la acusación que suele de utilizar Pekín según la cual fuerzas extranjeras impulsan las protestas en la excolonia británica.
“Es una lucha contra los intentos de toma de poder, de subversión y de infiltración. Sobre estos temas, no cederemos nada”, insistió.
“Cirugía invasiva”
En su congreso anual del año pasado, el Partido Comunista aprobó la ley de seguridad nacional, bajo la cual se han detenido a decenas de activistas prodemocracia.
Tras la votación del jueves, se espera que la comisión permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN) se encargue de redactar un proyecto de ley que será aprobado formalmente por el Parlamento chino antes de ser impuesto en Hong Kong.
El texto no se ha publicado, pero la agencia Xinhua explicó que aumentaría el papel del “comité electoral” de Hong Kong, un órgano subordinado a Pekín que ya nombra directamente a la mitad de los diputados del Consejo Legislativo (Legco), el Parlamento de Hong Kong.
El comité electoral, que pasará de los 1.200 miembros actuales a 1.500, tendrá la capacidad para seleccionar a los candidatos que podrán presentarse al proceso democrático de las elecciones.
“Para ser exactos, esto es una cirugía mínimamente invasiva”, dijo Zhang sobre la reforma.
“La cirugía mínimamente invasiva se caracteriza por heridas pequeñas, una incisión profunda y una recuperación posoperatoria más rápida”, añadió.
Todavía será posible “oír voces diferentes” en el gobierno de Hong Kong, zanjó.
Tras la aprobación del proyecto de reforma, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos criticaron la iniciativa.
La decisión parlamentaria es “un ataque directo a la autonomía prometida a la gente en Hong Kong bajo la Declaración Conjunta Sino-Británica” antes de que Londres entregara el territorio a China en 1997, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken.
El jefe de la diplomacia estadounidense también instó a Hong Kong a seguir adelante con las elecciones de septiembre, luego de que la líder hongkonesa pro-Pekín Carrie Lam insinuara un nuevo retraso.
Por su parte, la UE consideró el proyecto como una “nueva violación del principio ‘un país, dos sistemas"” y advirtió que “estudiará adoptar medidas adicionales”.