Una marcha de partidarios de la junta militar de Birmania, que tomó el poder el 1 de febrero en un golpe de Estado, acabó este jueves con violentos disturbios cuando los manifestantes agredieron a ciudadanos que les increparon a su paso en el centro de Rangún y uno de ellos fue apuñalado.
Un millar de simpatizantes de la junta militar se concentraron a primera ahora de la mañana en el centro de la mayor ciudad del país con banderas del Ejército y proclamas en favor de los militares.
A su paso, grupos de ciudadanos que observaban la marcha en favor del Ejército les mostraban billetes, en referencia a la acusación de que están pagados por los soldados para acudir a la manifestación.
Los mayores incidentes se produjeron cuando los manifestantes llegaron a la estación central de tren de Rangún y se encontraron con un grupo de trabajadores que protestaban contra el golpe con una cacerolada.
Los partidarios del Ejército increparon a los trabajadores y les atacaron con piedras y resorteras lo que hizo que los enfrentamientos se recrudecieran.
Un vídeo de una cámara de seguridad captó cómo un hombre apuñala a un ciudadano que era perseguido por un grupo de manifestantes pro junta.
La activista prodemocracia, Thinzar Shunlei Yi, indicó en Twitter que al menos una persona resultó herida por una puñalada y fue trasladada para recibir asistencia médica.
Ocho muertos por violencia
Desde el golpe de Estado, miles de personas han salido prácticamente a diario y a lo largo del país para exigir a los militares que devuelvan el poder a los políticos electos, además de la liberación de la depuesta líder, Aung San Suu Kyi, y otros detenidos por los militares.
Al menos ocho personas han muerto en Birmania, incluidas tres por disparos de la policía, a raíz de la violencia desatada tras el golpe de Estado, contabiliza la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP), y decenas han resultado heridas.
La represión policial ha generado un ola de condenas internacionales y este jueves la red social Facebook anunció el bloqueo de todos los perfiles vinculados al Ejército de Birmania.
El Ejército justificó la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, donde observadores internacionales no detectaron ningún amaño, en los que arrasó la Liga Nacional para la Democracia, el partido liderado por Suu Kyi, como ya hiciera en 2015.
A pesar de la celebración de elecciones y el proceso iniciado en 2011 en Birmania hacia una “democracia disciplinada”, como la denominan el Ejército -que gobernó el país con puño de hierro de 1962 a 2011-, el mando castrense mantenía todavía un amplio control sobre los aspectos políticos y económicos del país.