La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos mostró este jueves en un comunicado su preocupación por el reciente arresto de 53 miembros de la oposición hongkonesa por la policía y pidió “su inmediata liberación”.
“Estas detenciones indican que, como se temía, el delito de subversión contemplado en la nueva Ley de Seguridad Nacional (aprobada el pasado año por China para la excolonia británica) se usará para minar el derecho legítimo a participar en la vida pública y la política”, señaló la portavoz de la oficina Liz Throssell.
La oficina que dirige la alta comisionada Michelle Bachelet recordó que con anterioridad expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas habían advertido de que delitos como el de subversión introducidos en esa ley están definidos de forma excesivamente amplia, “facilitando una aplicación abusiva o arbitraria”.
La portavoz subrayó que la participación en asuntos públicos, de manera directa o mediante representantes, es un derecho fundamental contemplado por la Ley Básica de Hong Kong (el equivalente a una constitución, otorgada por China cuando la excolonia regresó a su soberanía en 1997).
“Urgimos también a las autoridades a garantizar la libertad de expresión (…), lo que incluye permitir a periodistas y medios de comunicación a que puedan trabajar sin trabas”, añadió Throssell.
Entre los detenidos este miércoles por la Policía de Hong Kong figuran activistas, académicos, exdiputados del parlamento local, abogados y actuales consejeros de distrito, acusados de organizar y participar en unas elecciones primarias no oficiales que, según las fuerzas de seguridad, violarían la Ley de Seguridad Nacional.
La redada es, con mucha diferencia, la más extensa desde que entró en vigor la legislación, que puede condenar hasta con cadena perpetua delitos como la secesión o la confabulación con fuerzas extranjeras.