El número de personas juzgadas por corrupción en China casi se duplicó en 2019 (+90%), según un informe de la Fiscalía, con la campaña de fortalecimiento disciplinario del presidente Xi Jinping como telón de fondo, se informó este martes.
Han rodado las cabezas de incontables funcionarios del Partido Comunista chino desde el lanzamiento, en 2013 con la llegada de Xi al poder, de esta operación de “manos limpias”.
El año pasado, 18.585 personas fueron procesadas por corrupción, o sea, un 90% más respecto al año anterior, según informes de la Fiscalía Suprema Popular, entregados el lunes a los diputados actualmente reunidos en Pekín, en el marco de la sesión parlamentaria anual.
En dieciséis casos se vieron involucrados políticos con rangos de jefes provinciales o ministros.
En 2019 hubo unos 25.000 juicios por corrupción, malversación de fondos o sobornos, en los que se condenó a casi 29.000 personas, de acuerdo a la Fiscalía.
En el marco de esta vasta campaña anticorrupción lanzada por el presidente Xi Jinping ya han sido sancionados por lo menos 1,5 millones de funcionarios miembros del Partido Comunista Chino (PCCh), según las últimas cifras oficiales disponibles.
Esta operación se ha revelado muy popular entre una opinión pública harta de la malversación de fondos públicos, aunque también se sospecha que es utilizada para destituir a los opositores internos a los lineamientos propuestos por el jefe del Estado.
Por otra parte, la Fiscalía también informó sobre 22 juicios, en 2019, vinculados a una controvertida ley sobre los mártires, que penaliza cualquier tipo de insultos contra aquellas personas consideradas héroes de la historia oficial comunista.
Los enjuiciamientos también aumentaron de manera significativa en los sectores de la ciberdelincuencia (+33%) y de las infracciones a las leyes de la propiedad intelectual (+32%).