El nuevo coronavirus aparecido en China ha causado hasta ahora 17 muertos y contaminado a centenares de personas, según un último balance cuyo anuncio el miércoles desata los temores de propagación, por lo que la OMS podría decretar este día une “urgencia internacional”.
El anterior balance era de 9 muertos.
El número total de personas contaminadas subió a 444 en la provincia de Hubei, epicentro de la epidemia, precisaron responsables de esta provincia del centro de China en una conferencia de prensa televisada.
En total 1.394 personas estaban bajo observación médica.
El nuevo coronavirus podría mutar y propagarse más fácilmente, advirtieron el miércoles las autoridades, lo que aumentó el temor a escala internacional, ya exacerbado tras la detección de un primer caso en Estados Unidos.
El virus de la familia del SRAS, que surgió el mes pasado en Wuhan, en el centro de China, alcanzó ya a varios países de Asia y el martes se registró el primer caso fuera del continente, en Estados Unidos.
Hong Kong señaló el miércoles un primer caso sospechoso: un hombre de 39 años que llegó en tren desde la ciudad de Wuhan, epicentro de la epidemia. El resultado definitivo de las pruebas médicas se conocerá el jueves.
Un comité de urgencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estaba reunido en Ginebra para determinar si declara una “emergencia de salud pública a nivel internacional”.
Las preocupaciones se agudizan ante la proximidad de las festividades y vacaciones por el Año Nuevo lunar, cuando tradicionalmente centenas de millones de chinos viajan para visitar sus familias.
Este coronavirus genera una viva preocupación por su similitud con el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), que mató a casi 650 personas en toda la región en 2002-2003.
Los casos ya se registraron en casi la mitad de las provincias del país, incluidas las megalópolis de Pekín y Shanghái. El miércoles también se confirmó un caso en la región semiautónoma de Macao.
En Wuhan, las autoridades hicieron obligatorio el uso tapabocas en lugares públicos, según El diario del pueblo.
En una farmacia de Pekín, una empleada explicaba a los clientes que ya no hay tapabocas ni productos desinfectantes para vender.
Controles fueron instalados en cinco aeropuertos de Estados Unidos y en Reino Unido e Italia, a donde llegan vuelos provenientes de Wuhan.