El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se adjudicó este martes la serie de atentados coordinados que dejaron más de 320 muertos el domingo en Sri Lanka.
“Los autores de los ataques contra los ciudadanos de los países de la Coalición (anti-EI) y los cristianos en Sri Lanka de anteayer son combatientes del EI”, anunció el grupo a través de su agencia de propaganda Amaq.
Entre los kamikazes se indetificaron a dos hermanos esrilanqueses musulmanes, quienes tuvieron un papel clave.
Los dos hermanos, de unos 20 años de edad y cuyos nombres no fueron revelados, operaban una “célula terrorista” familiar, según los investigadores. Se hicieron estallar el domingo por la mañana en la Cinnamon Grand Hotel y el Shangri-La de Colombo, respectivamente.
Un cuarto hotel de lujo cercano los atacados figuraba también en la lista de objetivos del domingo, indicaron las mismas fuentes a la AFP.
Las autoridades detuvieron hasta el momento a 40 personas en el marco de la investigación sobre estos ataques, que fueron atribuidos a un movimiento islamista local, el National Thowheeth Jama’ath (NTJ), precisó el portavoz de policía Ruwan Gunasekera.
Al menos 45 niños y adolescentes entre víctimas
De acuerdo a la ONU, al menos 45 niños y adolescentes, entre ellos un bebé de 18 meses, perdieron la vida en los atentados del domingo.
“El total actualmente es de 45 niños y adolescentes muertos (…) y esta cifra todavía podría aumentar”, declaró un portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Christophe Boulierac.
Boulieracz subrayó que otras jóvenes víctimas “están heridas y luchan actualmente por sobrevivir”.
EL domingo, cuatro hoteles y tres iglesias, en plena misa de Pascua, fueron atacados por kamikazes en varios lugares de la isla.
En Negombo, una localidad situada a unos 30 km de la capital Colombo, murieron 27 menores y otros diez resultaron heridos en un atentado con bomba contra la iglesia de San Sebastián, añadió.