Los 189 ocupantes de un avión Boeing 737 de la compañía indonesia Lion Air, que se estrelló este lunes en el mar tras despegar de Yakarta, están “probablemente” muertos, indicaron los servicios de rescate.
Los socorristas encontraron “desde hace horas restos humanos que ya no estaban intactos (…) por lo tanto es probable que las 189 personas (a bordo) hayan muerto”, declaró el director operativo de los servicios de rescate indonesios, Bambang Suryo Aji, en rueda de prensa.
El aparato, un Boeing 737 MAX de la compañía de bajo coste Lion Air, solicitó regresar al aeropuerto de la capital poco antes de que se perdiera el contacto con el control aéreo, hacia las 19:30 horas del domingo en Chile.
El avión iba rumbo a Pangkal Pinang, una ciudad de la isla de Bangka, frente a Sumatra.
El avión se estrelló en el agua”, declaró a la agencia internacional Agence France-Presse (AFP) el portavoz de la agencia encargada de las búsquedas, Yusuf Latif.
Según declaró a la AFP el presidente de la aerolínea indonesia, Edward Sirait, el Boeing de Lion Air que se estrelló este lunes había sido reparado por un problema técnico.
El aparato “fue reparado” en la isla de Bali “y luego voló a Yakarta”, indicó Sirait.
“Los técnicos en Yakarta recibieron un aviso y efectuaron una reparación antes de que partiera hacia Pangkal Pinai”, su destino en el momento del accidente, agregó la fuente.
El director general de aviación civil en el Ministerio de Transportes, Sindu Rahayu, detalló en otro comunicado que el avión transportaba 178 pasajeros adultos, un niño y dos bebés, dos pilotos y seis miembros del personal de cabina.
Un italiano y un indio formaban parte de la tripulación, añadieron desde esta cartera gubernamental.
Trayectoria interrumpida
“El avión solicitó volver a su base antes de desaparecer de los radares”, declaró Rahayu.
El portal de seguimiento de vuelos Flightradar muestra en un mapa la trayectoria del avión que, tras despegar en dirección suroeste, gira hacia el sur y luego hacia el noreste, antes de interrumpirse bruscamente sobre el mar de Java, no muy lejos de la costa.
Imágenes de restos del aparato, entre ellos un tobogán de evacuación y restos de teléfonos móviles, fueron publicadas en Twitter por el portavoz de la Agencia de Gestión de Catástrofes, Sutopo Purwo Nugroho.
En otras imágenes filmadas en el aeropuerto de Pangkal Pinang -destino del vuelo- se podía ver a familias llorando, hablando con sus teléfonos móviles y abrazándose. Algunas de las personas musitaban: “Oh, Dios mío”.
“Si mi hija está muerta, sólo espero que sea enterrada como se merece”, asegura Zainal Abidin en declaraciones a la AFP, que espera desesperado en el aeropuerto de Jakarta noticias sobre su hija.
Más allá Ermayati se mostró impaciente por su marido Muhamed Syafi, de 45 años, que estaba a bordo del avión.
“Esta mañana me llamó para saber cómo estaba su hijo pequeño”, y esa fue la última vez que pudo hablar con él, lamentó en conversación con el medio.
Otros incidentes
Indonesia, un archipiélago del sureste asiático de 17.000 islas e islotes, es muy dependiente del transporte aéreo, y los accidentes son frecuentes.
Lion Air, una compañía de bajo costo, ha estado implicada en varios incidentes.
En agosto de 2017, uno de sus Boeing dañó el ala de un ATR-72 de la compañía Wings Air que esperaba para despegar en el aeropuerto internacional de Kualanamu, en Medan, tercera ciudad del país, en el norte de la isla de Sumatra. La colisión no causó ningún herido.
En mayo de 2016, en tanto, dos aviones del mismo grupo colisionaron en la pista del aeropuerto de Soekarno-Hatta, en la periferia de Yakarta.