China rechazó este martes las críticas de la nueva Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, sobre la situación de los musulmanes uigures.

En la versión escrita de su primer discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, publicado el lunes, la expresidenta de Chile apunta a las “preocupantes alegaciones de detenciones arbitrarias a gran escala de uigures y otras comunidades musulmanas en los llamados campos de reeducación de Xinjiang”, una región del noroeste del país.

“Teniendo en cuenta estos informes, pedimos al gobierno que permita a la oficina [del Alto Comisionado] tener acceso a todas las regiones de China y esperamos iniciar discusiones sobre esas cuestiones”, indica Bachelet en el texto.

En agosto, en un comité de derechos de humanos de la ONU en Ginebra, China ya fue acusada de mantener o haber mantenido en detención a millones de personas en esos campos. La Agence France-Presse no pudo confirmar esas cifras.

Pero el portavoz de la diplomacia china, Geng Shuang, rechazó este martes las críticas.

“China pide a la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas y a su oficina que se limiten estrictamente a su misión y a los principios de la carta de la ONU y que respeten la soberanía de China”, declaró.

Geng también invitó a Bachelet a ejercer sus funciones “de manera justa e igualitaria en vez de escuchar a solo una de las partes”.

El gobierno chino justifica su represión en Xinjiang, una zona fronteriza con Afganistán y Pakistán, por la necesidad de luchar contra el “terrorismo” islamista y contra el separatismo de una parte de los miembros de la comunidad uigur.