El descenso del agua en el turístico estado indio de Kerala, azotado por las peores lluvias torrenciales en un siglo, dejó a la vista más cadáveres, por lo cual el balance de víctimas ya superó la cifra de 400 muertos. Después de una semana de precipitaciones, las lluvias disminuyeron este lunes.
Helicópteros y barcos militares continuaron la búsqueda de supervivientes y distribuyeron agua potable y víveres para las personas que quedaron aisladas.
Los rescatistas hallaron el domingo al menos 30 cuerpos más, lo que elevó el balance por las inundaciones en Kerala a al menos 400 muertos desde el inicio del monzón en junio pasado.
Unas 725.000 personas se encuentran refugiadas en campamentos instalados por las autoridades en este estado tropical del sur de la India, que el año pasado fue visitado por más de un millón de turistas.
“El número total de personas que se refugiaron en los 5.645 campamentos humanitarios subió a 724.649”, declaró el domingo a la prensa Pinarayi Vijayan, jefe del gobierno local.
La contaminación de las fuentes de agua potable y las malas condiciones sanitarias hacen temer la aparición de enfermedades, según han expresado las autoridades. Van a trasladar a los pueblos personal de salud para hacer seguimiento a la situación.
Según el gobierno local, las pérdidas causadas en Kerala por estas lluvias son de unos 2.900 millones de dólares, “según estimaciones preliminares”. El monto definitivo sólo podrá conocerse una vez que bajen las aguas, precisaron las autoridades en un comunicado.