Un nuevo desafío llegó este viernes, en medio de las labores de rescate del grupo de pequeños y su entrenador, atrapados desde hace 13 días en la cueva Tham Laung-Khun, en la provincia de Chiang Rai, al norte de Tailandia.

Ha sido uno de los generales a cargo de las labores de rescate, el que ha confirmado la necesidad de instalar un tubo de 4,7 kilómetros, destinado a proporcionar oxígeno a los niños de entre 11 y 16 años quienes junto a su entrenador de 25, viven horas críticas en la cueva, considerada la cuarta más grande en territorio tailandés. “Nuestra principal tarea hoy es hacer llegar un tubo hasta la cámara para que el grupo tenga más aire para respirar”, dijo el general Chalongchai Chaiyakam, en declaraciones recogidas por la alemana Deutsche Welle .

Sorprendidos por la inundación de la caverna, los jóvenes y su entrenador se adentraron al lugar con más de 10 kilómetros de largo, lo cual está imposibilitando por hoy su salida, debido a la anegación de la cueva. Los más experimentados buzos han llegado al lugar con serias dificultades, desde que el grupo fue localizado el pasado lunes. Ayer, trascendió la noticia de la muerte de uno de los buzos socorristas, complicando aún más el incierto panorama.

Por el momento, la tarea está en manos de los rescatistas, que además de conservar oxígeno en su trayecto, debe trasladar el largo tubo que garantice el aire al grupo de personas atrapadas desde hace casi dos semanas.

AFP
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11 horas de buceo, ida y vuelta

La labor de los rescatistas que se adentren-literalmente-en este desafío por la supervivencia, es tan enorme como significativa, dado que son los encargados de enseñar a bucear a los jóvenes y su entrenador en un tiempo prudencial para poder salir a flote.

Medios como el periódico español El País, han replicado una entrevista de un buzo profesional procedente de Dinamarca, quien arribó hace 3 días a Tailandia para sumarse a la titánica tarea de rescate.

Sin embargo, Ivan Karadzic, de 44 años, quien se adentró a la cueva el pasado jueves, declaró que el camino es “enrevesado y brutal” dadas sus características. Estimó el tiempo de buceo al interior de la cueva en 11 horas, ida y vuelta, pese a que en otros medios se difundió que el trayecto era de unas 6 horas, lo que ya resultaba complicado de digerir, sobre todo para los familiares de quienes se encuentran atrapados en la caverna.

Se trata, según Karadzic, de una ruta con cero visibilidad, llena de desniveles, estrecha, en fin, “un viaje agotador” como lo ha calificado luego de ser testigo de la enorme tarea que hay por delante en busca de llevar a los atrapados a la superficie, sanos y salvos.

Este buzo danés, aclaró que solo recorrió 8 horas de trayecto, sin que pudiera ver a los niños y a su entrenador.

ROYAL THAI NAVY/ AFP
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