La televisión china reveló recientemente un nuevo episodio de abandono de una recién nacida, pero esta vez no a las puertas de un orfanato. El lugar escogido por su propio padre fue un contenedor de basura.
Con solo dos horas de nacida y tras 8 meses de gestación la bebé fue llevada por el hombre a una calle de la ciudad de Xuanwei, al suroeste chino, en plena tarde del pasado 15 de enero.
Una cámara instalada frente al contenedor donde el padre de la pequeña decidió dejarla a su suerte captó el momento que ha dado la vuelta al mundo causando indignación, donde puede verse al hombre llevarla envuelta en papel y, luego de depositarla en el reducido espacio, retirarse sin culpa aparente.
Poco después la misma cámara revela a la heroína de la historia, una mujer de la tercera edad que decidió darle una nueva oportunidad a la recién nacida y, con ayuda de un grupo de ciudadanos, la llevó al hospital más cercano de la ciudad.
La niña llegó incluso con el cordón umbilical y un tono morado en su piel, lo cual auguraba un triste final a su corta etapa de vida. Tras revisar las cámaras las autoridades dieron con el paradero del padre de la menor, identificado sólo como Li, gracias a que las imágenes fueron difundidas por la cadena CCTV de China.
Fuertemente criticada por la opinión pública de China, la explicación de Li es que la pequeña había nacido un mes antes de lo esperado y con el tono de piel morado, por lo que su novia y madre de la bebé aseguró que “inevitablemente” moriría, por lo que decidieron abandonarla en la basura, incluso antes que llevarla a un hospital.
Hoy sin embargo la niña se recupera en un centro asistencial de su abrupta llegada al mundo, lejos de un seno familiar donde tomaron la equivocada decisión.
Una forma exprés de abandono
En China, ante el número de casos similares, las autoridades decidieron abrir en 25 ciudades “Casas de Abandono de Recién Nacidos”. Se trata de estructuras tipo casetas, colocadas en ciudades populosas e incluso acondicionadas con temperatura acorde a la requerida por los recién nacidos, en las que después de depositados son recogidos por personal de salud al término de 10 minutos, describe el diario británico Daily Mail.
Esta opción es otorgada a padres o madres que deciden no darle un hogar a sus hijos por situaciones que van desde la pobreza hasta el rechazo por el sexo del menor de edad traído al mundo, entre otras razones. De hecho, a sólo tres años desde su apertura en 2011, estos centros ya habían recibido 1.400 recién nacidos.
Ciudades chinas como Shenzhen, con 10 millones de habitantes y una de las más pobladas de esta nación asiática, fue pionera en llevar a cabo una casa de acogida similar en la década de los noventa. Desde su creación se ocupó de al menos 3.500 neonatos abandonados.
Sin embargo y como apunta el diario argentino La Nación, esta iniciativa enfrenta actualmente críticas de los sectores más conservadores de China, quienes aseguran que es una forma sistemática de violar los derechos fundamentales de la niñez, protesta similar a la que provocó el retiro de las casas o islas de acogida para bebés en Europa, a finales del siglo XIX.