El Gobierno japonés propuso un presupuesto de Defensa histórica, de unos 5,19 billones de yenes –casi 39.000 millones de euros– para el ejercicio fiscal 2018-2019, lo que le permitiría reforzar su escudo antimisiles frente a la amenaza que representa Corea del Norte.
El presupuesto total del Estado también alcanzará una cifra récord, de 97,7 billones de yenes -casi 730.000 millones de euros- a causa de la subida de los gastos previstos en Defensa pero también en Salud y Protección Social debido al envejecimiento de la población.
El presupuesto de Defensa se incrementará por sexto año consecutivo. Los fondos suplementarios deberían facilitar que Japón prepare la puesta en marcha del sistema terrestre de intercepción de misiles Aegis Ashore.
El Gobierno nipón aprobó a principios de semana la introducción de este equipo de fabricación estadounidense, mientras que dos misiles norcoreanos sobrevolaron territorio japonés este año, al tiempo que Pyongyang amenaza con “liquidar” el archipiélago japonés, aliado de Washington.
A finales de noviembre, el régimen norcoreano también probó un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM) que se estrelló en el mar de Japón.
Durante su visita oficial a Japón a principios de noviembre, el presidente estadounidense, Donald Trump, instó a Japón a rearmarse para protegerse, comprando preferiblemente material militar estadounidense.
“Son muchos empleos para nosotros [Estados Unidos] y mucha seguridad para Japón”, declaró.
El Gobierno japonés también se plantea dotarse de misiles estadounidenses de crucero, con un alcance de unos 900 kilómetros, capaces de llegar a Corea del Norte.
Sin embargo, comprar este tipo de armas podría causar debate en Japón, pues la Constitución pacifista del país desde 1947 le prohíbe recurrir a la guerra para solucionar disputas internacionales.
El jefe del Partido Democrático Constitucional, Yukio Edano, el principal movimiento de la oposición a la coalición en el poder dirigida por el primer ministro, Shinzo Abe, ya ha advertido que la compra de estos misiles sería “un punto de desacuerdo bastante importante” en los debates sobre la Ley de Finanzas que tendrán lugar en el Parlamento el próximo mes.