Un profesor paquistaní explicó el pánico que sintió al presenciar el linchamiento de un estudiante con ideas liberales por una multitud enloquecida, un ataque cuyas imágenes atroces han reactivado el debate sobre la delicada cuestión de la blasfemia.
Cientos de personas atacaron el jueves a un estudiante de Periodismo, Mashal Khan. Desnudo, golpeado y herido de bala, fue empujado desde el segundo piso de su residencia estudiantil de la universidad Abdul Wali Khan, en la conservadora ciudad de Mardan.
Mashal Khan era conocido por sus ideas liberales, que expresaba principalmente en Facebook, por lo que fue acusado de blasfemia.
Veintidós personas han sido detenidas hasta la fecha por este asesinato, que se produjo después de que las autoridades paquistaníes adoptaran una posición muy firme contra la blasfemia, un delito que puede ser castigado con la pena de muerte en Pakistán. Acusaciones simples ya le han costado la vida a decenas de personas.
Uno de los profesores de Khan, Ziaullah Hamdard, explicó el martes a la cadena de televisión privada Geo que le llamaron para que acudiera al rescate del joven a la facultad de Periodismo, donde los estudiantes atacaron a Khan y a otro estudiante, Abdullah.
Un empleado de la universidad amenazó con cortar a Khan en pedazos, según Hamdard. Después, la multitud forzó la puerta del baño en el que se había refugiado Abdullah.
“Eso pasó en unos segundos, rompieron la puerta, algunos llevaban matracas, estaban furiosos (…) No escuchaban a nadie”, dijo el docente.
La policía consiguió proteger a Abdullah, que estaba herido. Cuando vio la sangre y la multitud, confesó Khan a la cadena, “perdí el valor”.
Se precipitó hacia la residencia de los profesores, pero una veintena de estudiantes lo esperaban allí, acusándolo de esconder a Khan.
“Decían ‘tú eres un no creyente’, ‘tu has escondido a un blasfemo’ (…) Estaban locos, no me escuchaban. Dos de ellos me golpearon, tomaron mi celular y me encerraron en la habitación”, destacó.
Auxiliado por otro profesor, Hamdard fue protegido por la policía. Pero, mientras tanto, Mashal Khan, que se había escondido en su dormitorio, había sido asesinado.
“Mashal era una luz. Han apagado una luz”, dijo Hamdard, declarando sentirse tan culpable que presentó su dimisión.