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Una polémica sacude al presidente de Argentina, Javier Milei, tras su fugaz última visita a Mar-a-Lago, Florida, donde esperaba reunirse con su homólogo de EEUU, Donald Trump. Sin embargo, eso no ocurrió y el fallido encuentro se llenó de versiones cruzadas.

El mandatario argentino viajó el pasado 3 de abril de manera súbita a Estados Unidos, acompañado por la secretaria de Presidencia, su hermana Karina Milei; y el ministro de Economía, Luis Caputo, para participar de una gala en la que recibiría junto al presidente estadounidense el premio “American Patriot”.

Milei buscaba, entre otras cosas, una foto con Trump, además de conseguir respaldo tácito en medio de un contexto difícil para el gobierno, que pretende el primer desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) y cuya imagen continúa golpeada a nivel internacional por el escándalo de la criptomoneda $LIBRA.

Pero eso nunca ocurrió. No hubo premiación compartida, ni encuentro político, ni foto protocolar entre ambos líderes. Esto último, tan ansiado por Milei.

Al contrario, la escena en Palm Beach terminó en confusión, versiones cruzadas y un papelón diplomático.

Versiones cruzadas tras fallido encuentro de Milei y Trump: “Un problema técnico” y “15 minutos”

Desde el entorno del fundador de La Libertad Avanza (LLA) aseguran que Trump habría tenido que ausentarse debido a “un problema técnico” que sufrió la aeronave en el que suele transportarse, lo cual demoró sus actividades.

Las informaciones del Ejecutivo argentino se dieron luego de que se difundieran imágenes del presidente estadounidense en la ceremonia.

El líder republicano mantenía un cronograma apretado de actividades para esa jornada. Según consignó la agencia Noticias Argentinas, Trump llegó a la ceremonia pasadas las 23:00 horas.

El vuelo que trajo de regreso al presidente argentino, su hermana y a Caputo, partió a las 0:39 desde el Aeropuerto de Miami. Milei y la comitiva que lo acompañó había decidido regresar al tomar conocimiento del percance técnico, luego de la participación -con discurso incluido- y condecoración del referente libertario

Luego, en una entrevista radial, Glenn Parada, uno de los organizadores de la gala, dijo que si Milei y su círculo hubieran esperado un poco, él alcanzaba a verse con Trump, quien llegó minutos después de que se retirara el mandatario argentino.

“Si esperaban 15 minutos, se cruzaban. Estaba todo listo”, aseveró.

Estas versiones han generado una serie de interrogantes respecto al motivo del desencuentro. Parada, junto a John Rourke, comandan Make America Clean Again (MACA), una fundación de dudosa procedencia cuya credibilidad quedó aún más en entredicho tras el incidente.

Milei habría rechazado primera invitación de MACA

Previo a la actividad, la Cancillería comandada por Gerardo Werthein, en un principio, había rechazado la invitación por considerar que el evento no correspondía a la investidura presidencial.

Pero el relato de que Trump podría sentirse desairado si Milei no asistía habría torcido la decisión. “El premio es para los dos presidentes, la idea es que lo reciban juntos”, habían prometido desde MACA.

No obstante, existe otra versión del fallido encuentro entre ambos presidentes de presunta afinidad ideológica. Según supo nuestro medio asociado Perfil, a partir de fuentes diplomáticas en Washington, Trump no habría querido cruzarse con Milei, y en ningún momento tuvo intenciones reales de asistir al evento organizado en su lujoso predio situado en el estado sureño de Florida.

La cena que mantuvo en el Doral de Miami con empresarios y deportistas formaba parte de su agenda confirmada, y su retorno a Mar-a-Lago no incluía pasar por el salón alquilado por los organizadores, ubicado a pocos metros de su residencia privada, a pesar de que allí estaba el jefe de estado de la tercera economía de América Latina.

Los objetivos del viaje relámpago de los Milei a Mar-a-Lago

Además del gesto político, el viaje tenía una misión silenciosa. Esta consistía en aprovechar un supuesto contacto con Trump —o su círculo cercano— para abordar dos temas centrales para el gobierno argentino: las negociaciones con el FMI, con miras a destrabar el cepo y robustecer las reservas del BCRA; la preocupación por la suba de aranceles anunciada por Trump y la posibilidad de un acuerdo comercial.

El Gobierno alimentó esa versión previo al viaje de Milei y el timing era más que oportuno: tras los anuncios del paquete arancelario denominado Liberation Day, que no exceptuaron a la Argentina de recibir el 10%, se esperaba una reacción nerviosa de los mercados, en función de la propuesta proteccionista del trumpismo.

Pero nada de eso pudo hablarse en la cena de gala. Caputo, que viajó especialmente desde Buenos Aires en el avión de los Milei, pasó la noche sin contactos relevantes, sin diálogo con funcionarios y, según testigos, sin más compañía que Karina Milei, con quien compartió risas y grabó videos para redes sociales.

Una expectativa inflada del encuentro (fallido) de Milei con Trump

Como si el contexto no fuera ya complejo, la figura de Karina, la armadora política y nexo con el establishment internacional de Javier Milei, tampoco pasó desapercibida.

La mano derecha del Presidente sigue envuelta en polémica en el marco de la investigación por su presunto vínculo con Hayden Davis, uno de los cerebros investigados por LIBRA, la criptoestafa global promocionada desde la cuenta oficial de Milei en X (ex Twitter) el 14 de febrero.

Ese telón de fondo, sumado al desaire final en Mar-a-Lago, generó incomodidad incluso dentro de la delegación argentina.

La única funcionaria estadounidense que participó del evento, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se retiró del lugar antes de que Trump llegara.

Según trascendió, pasadas las 22:00, Werthein comunicó al resto que los autos estaban listos para abandonar la residencia. A las 22:27, la comitiva abandonó el salón. A las 22:50, anunciaron la presencia de Donald Trump en la residencia. No pareciera que haya un error de cálculo, sino una expectativa inflada.

Dejando de lado el desencuentro diplomático, lo que sí dejó el último viaje de los Milei a Mar-a-Lago fueron las imágenes del evento, más parecidas a una fiesta de excelebridades que a una cumbre política. Como Natalia Denegri, más conocida por el escándalo del Caso Coppola en los ’90, radicada en Estados Unidos. Actualmente dedicada al evangelismo y la filantropía, Denegri fue otra de las premiadas de la noche al igual que el presidente argentino.