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El puente Chancay, parte clave de la Panamericana Norte en Perú, se desplomó arrastrando un bus y un automóvil al río, dejando tres muertos, más de 50 heridos y una pasajera desaparecida. La crisis vial resultante paralizó la zona, evidenciando problemas estructurales y falta de planificación en la megaobra del Megapuerto de Chancay. El colapso era un riesgo conocido desde 2019, pero las advertencias no fueron atendidas, mostrando la inacción estatal. Atribuido a fuertes lluvias, expertos sugieren que la causa fue la erosión del pilar intermedio. El aumento del tráfico de camiones pesados en la zona, relacionado al megapuerto, ha revelado deficiencias en infraestructura. La empresa concesionaria Norvial asegura mantener el puente, pero críticos apuntan a la falta de mantenimiento. El gobierno instalará un puente provisional, mientras las operaciones del megapuerto continúan sin interrupción. La búsqueda de la pasajera desaparecida mantiene en vilo a su familia.
Una reciente tragedia expone advertencias ignoradas desde 2019, cuestiona la planificación en torno a la mega obra y pone en evidencia la precariedad de la infraestructura vial en la zona.
El puente Chancay, una vía clave en la carretera Panamericana Norte, colapsó la noche del jueves 13 de febrero, arrastrando al río un bus interprovincial y un automóvil. Tres personas murieron, más de 50 resultaron heridas y una pasajera sigue desaparecida.
El desplome de la infraestructura generó una crisis vial en la zona, paralizando el tránsito en ambas direcciones. A solo 400 metros, el recién inaugurado Megapuerto de Chancay sigue operando con normalidad, pero el accidente expone problemas estructurales y una aparente falta de planificación en torno a esta mega obra.
El accidente ocurrió alrededor de las 11 de la noche, cuando un bus de la empresa Cruz del Norte, con 57 pasajeros a bordo, circulaba sobre el puente en dirección a Lima. La estructura cedió repentinamente, y el vehículo cayó al río Chancay, junto con un automóvil que transitaba a su lado.
Equipos de rescate lograron recuperar los cuerpos del conductor del bus, Juan Álex Aguirre Huallasco, y de otros dos pasajeros. Sin embargo, la búsqueda de Patricia Liberto, una de las pasajeras del bus, aún continúa.
Los bomberos y equipos de emergencia enfrentaron dificultades para atender a los heridos. El hospital de Chancay colapsó rápidamente por la falta de infraestructura, equipos médicos y medicamentos. Algunos pacientes fueron trasladados a Huaral, pero debido a la gravedad de sus heridas, varios fueron derivados a hospitales de Lima Metropolitana. Según el Ministerio de Salud (Minsa), al menos seis pacientes en estado crítico fueron internados en hospitales de mayor complejidad.
Además, los bomberos no contaban con ambulancias suficientes para trasladar a los heridos, por lo que varios tuvieron que ser llevados en vehículos particulares y taxis colectivos, exponiéndolos a mayores riesgos.
¿Una tragedia anunciada?
Según un informe del dominical Cuarto Poder, el colapso del puente Chancay era un riesgo conocido desde 2019.
Documentos del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) advertían que la infraestructura no cumplía con la normativa técnica vigente y que su reemplazo era urgente. A pesar de estas alertas, en seis años no se ejecutaron las obras necesarias, dejando en evidencia la aparente inacción del Estado peruano.
El informe también señala que, en 2023, el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran) notificó a Norvial, empresa concesionaria a cargo del mantenimiento del puente, sobre la necesidad de reforzar la infraestructura ante la temporada de lluvias. No obstante, el colapso evidenció que las medidas preventivas fueron insuficientes o inexistentes.
Además, en 2020 se firmó un contrato entre Provías Nacional y la empresa GM Sociedad Anónima Ingenieros Consultores para la elaboración de un expediente técnico que permitiría la construcción de un nuevo puente. Sin embargo, hasta la fecha, la obra no ha sido ejecutada.

¿Lluvias o erosión?
El presidente del Consejo de Ministros de Perú, Gustavo Adrianzén, atribuyó la caída del puente a las fuertes lluvias registradas en la zona. “Se ha tratado de un fenómeno de lluvias intensas en la medianoche y eso habría provocado el colapso”, declaró.
Sin embargo, datos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) contradicen esta versión: el caudal del río Chancay no había alcanzado niveles críticos en el momento del accidente.
El ingeniero civil Luis Morán, profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), explicó que la verdadera causa del colapso parece haber sido la falla del pilar intermedio del puente, debilitado por la erosión del terreno en su base. “A simple vista, el problema parece ser el resultado de una erosión en la base y el hundimiento del pilar intermedio”, sostuvo.
Este tipo de fallas estructurales, según el especialista, pueden prevenirse con inspecciones anuales y el uso de sensores que permitan monitorear el estado de los puentes en tiempo real. “Nuestro reglamento establece que los puentes deben ser inspeccionados anualmente, pero esta obligación no se cumple de manera consistente”, agregó.
Crecimiento descontrolado en Chancay
Desde la construcción del Megapuerto de Chancay, el tráfico de camiones pesados en la zona ha aumentado drásticamente. Vladimir Cantoral, presidente del Frente de Defensa por la Dignidad y Libertad de Chancay (Freddlich), advirtió que la infraestructura de la ciudad no estaba preparada para soportar la demanda vehicular que ha traído consigo la megaobra.
“El proyecto indica que en un momento van a pasar más de 2.700 tráilers diarios. Recién estamos en el 10 % de ese tráfico y ya tenemos problemas”, afirmó.
En mayo de 2023, otro incidente en Chancay puso en evidencia problemas de infraestructura. Un túnel en construcción, vinculado a los trabajos del megapuerto, colapsó, provocando el hundimiento de dos viviendas y daños en 18 inmuebles.
La exministra de la Mujer, Anahí Durand, también cuestionó la falta de previsión: “Inauguraron el megapuerto de Chancay con bombos y platillos sin garantizar la infraestructura conexa para que funcione óptimamente. Ya colapsó el puente Chancay a 400 metros del megapuerto, dejando muertos, heridos y la Panamericana paralizada. Nuevamente improvisación y desidia”.
Norvial y la falta de mantenimiento en Chancay
La empresa concesionaria Norvial, responsable del mantenimiento del puente Chancay, aseguró que en noviembre de 2024 realizó inspecciones y mantenimiento preventivo. En tanto, Ositran precisó que el colapso se debió a una socavación en el pilar central de la estructura, un daño que no había sido evidenciado en inspecciones previas.
El exministro de Defensa, Jorge Nieto Montesinos, quien también remarcó la existencia de un informe de 2019 sobre problemas en la base del puente, fue enfático: “El colapso del puente de Chancay no es un accidente, es el resultado de la inacción. Sin mantenimiento, los puentes del país seguirán cayendo”.

Un puente provisional
El gobierno anunció la instalación de un puente modular de 60 metros, que será colocado en un plazo de 12 días para restablecer la transitabilidad en la zona. Mientras tanto, el tráfico ha sido desviado por rutas alternas, generando congestión y demoras en el transporte de mercancías y pasajeros.
A través de un comunicado, la empresa Cosco Shipping, encargada del megapuerto, aseguró que sus operaciones no se han visto afectadas y que están utilizando vías de desvío establecidas por Norvial.
No obstante, las consecuencias de la tragedia siguen vigentes. Entre las víctimas del colapso, la desaparición de Patricia Liberto mantiene en vilo a su familia. Su esposo, Isaac Trujillo, ha recorrido hospitales y comisarías en busca de información desde el día del accidente. “Creo que está en alguna vivienda cerca de la zona”, afirma con la esperanza de encontrarla con vida.