Resumen automático generado con Inteligencia Artificial
Cuatro niños ecuatorianos, Saúl, Josué, Ismael y Steven, fueron aprehendidos, vejados, torturados y sus cuerpos calcinados aparecieron flotando en un río luego de desaparecer el pasado 8 de diciembre en Guayaquil. Se han formulado cargos a 16 militares y se ha dispuesto prisión preventiva, mientras se investiga si fueron responsables de estos actos. Las organizaciones de derechos humanos atribuyen la militarización de la seguridad ciudadana como causa de estos hechos, criticando la estrategia del gobierno ante un supuesto conflicto armado interno. La sociedad ecuatoriana enfrenta un clima de desconfianza en el Estado y la fuerza pública. La politóloga Carolina Andrade destaca la importancia de reforzar el sistema de justicia y recuperar el control civil sobre las fuerzas armadas para evitar tragedias como estas.
Desarrollado por BioBioChile
Saúl, Josué, Ismael y Steven eran sus nombres. El más grande tenía 15 años, el más pequeño, apenas 11. Volvían a sus casas luego de jugar al fútbol en la canchita del barrio Las Malvinas, en el sur de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, como tantas otras veces. Pero ese día, el pasado 8 de diciembre, nunca llegaron a destino.
Hoy se sabe que 16 militares los aprehendieron. También, que fueron vejados y torturados. Sus cuerpos, calcinados, aparecieron flotando en el río el 31 de diciembre.
Desesperación, rabia y dolor se vivió en sus familias y su comunidad, así como también preguntas, deseo de justicia y de que no pase nunca más. “Regresa, tenemos que jugar”, clamaba uno de sus amiguitos durante el sepelio, el pasado miércoles.
“Tienen que explicarnos qué pasó con nuestros niños”, pedían, en tanto, desde la familia.
Las responsabilidades
“Jurídicamente aquí hay una desaparición forzada”, asegura en entrevista con DW Fernando Bastías, abogado del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos de Ecuador. “Porque hay una detención ilegal y hay una incomunicación de 4 niños por parte de agentes del Estado”, explica.
Efectivamente, por la desaparición forzada se les han formulado cargos y se les ha dispuesto la prisión preventiva a los 16 militares involucrados.
“Las investigaciones tendrán que revelar si fueron los 16 militares quienes quemaron, torturaron y tiraron al río a los niños”, indica el letrado. “Lo más probable es que se inicie una investigación aparte por ejecución extrajudicial”, puntualiza.
Hay quienes, incluso, van mas allá: “Estos asesinatos tienen cada vez más el perfil de un crimen de Estado, en el que están como responsables directos las patrullas”, asegura a DW, por su parte, Franklin Ramírez Gallegos, profesor investigador del programa de Sociología política de FLACSO en Ecuador.
“Reafirmamos nuestro compromiso con la verdad para que este caso sea llevado con total transparencia hasta dar con los responsables de este asesinato”, difundió, por su parte, el Ministerio de Defensa en un comunicado.
“Estamos del lado de la justicia. Haya sido un civil, un cura, un policía, un militar involucrado, al final del día, la gente necesita respuestas. No vamos a encubrir a nadie”, aseguró, asimismo, el primer mandatario ecuatoriano en declaraciones radiales.
Además, indicó que ha sugerido a una comisión “que los cuatro chicos sean considerados como héroes nacionales”.
Sin embargo, la pregunta que muchos se hacen es: ¿cómo pudo suceder algo así?
“No es un hecho aislado ni espontaneo”, asegura Bastías. “No es aislado porque hay una sistematización de patrones de graves violaciones a los derechos humanos”, indica.
“En la provincia de Los Ríos ya tenemos registrados 7 casos de desapariciones forzadas”, apunta. “Y no es espontáneo porque hay una orden, una responsabilidad política, en la movilización sin control para tareas de seguridad ciudadana”, completa.
Las causas
“La causa de estos hechos es la militarización de la seguridad ciudadana”, asegura, asimismo, el abogado. “Eso es lo que tiene que corregirse”, analiza.
En este sentido, la declaración por parte del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, de la “existencia de conflicto armado” en el país, movilizando a las Fuerzas Armadas a escala nacional, mediante el decreto del 9 de enero de 2024, es señalada por las organizaciones de derechos humanos, intelectuales y activistas, como uno de los principales antecedentes en la génesis de los hechos ocurridos.
“Los 4 niños de Malvinas son el rostro de las desapariciones forzadas resultado de la política ejecutiva de seguridad”, atribuyen responsabilidades en un pronunciamiento conjunto numerosas organizaciones de derechos humanos del país.
“El decreto de ‘guerra interna’ de Noboa supuso un momento de legitimación de la estrategia de militarización de la seguridad pública”, evalúa, en el mismo sentido, Ramírez Gallegos.
Según el profesor, sin embargo, también habría habido cierta legitimación social de estas prácticas: “La sociedad aceptó de algún modo esta estrategia de guerra, bukelizada, de punitivismo, de mano dura”, revela.
“Esta estrategia vino de la mano de una lógica de criminalización de la pobreza y de perfilamiento racial, mediante el cual se da una asociación del color de piel con la peligrosidad y la criminalidad”, agrega, crítico.
¿Sálvese quien pueda?
“En el Ecuador estamos en medio de un sálvese quien pueda”, grafica, a su turno, la politóloga y analista de seguridad Carolina Andrade, en entrevista con DW, desde Guayaquil. “La gente ya no cree en el Estado, porque ha sido desmantelado durante los últimos años, y lo último que queda es la fuerza pública”, indica.
En este marco, “no hay un control directo político-civil por parte de las autoridades hacia la fuerza pública, ni militar ni policial”, sostiene, y también correlaciona con lo ocurrido.
De aquí en más
“Vamos a empezar en pocos días (5 de enero) una campaña electoral, y se van a poner justamente en disputa dos tipos de modelos: uno que promueve el continuar con el conflicto armado interno, con la vulneración de derechos, con no invertir en lo social, y otros que proponen alternativas más integrales basadas en la construcción de paz”, define Andrade, integrante de la Red de Politólogas “No sin mujeres”.
“Es importante que se plantee una depuración y un fortalecimiento del sistema de justicia. Y recuperar el mando civil de la fuerza pública para fortalecer los controles internos y la transparencia”, concluye.
Las familias de los niños de Guayaquil aguardan.
Comunidad vela y entierra a los niños
Desgarradores momentos surgieron entre los familiares y amigos de los cuatro menores que residían en una de las barriadas pobres de Guayaquil, donde, al menos dos de ellos, participaban activamente en actividades organizadas por la parroquia eclesial del lugar, según indicaron allegados.
“Regresa, tenemos que jugar”, dijo uno de los amigos en el sepelio y recordó que los hermanos Arroyo pertenecían al equipo Sub-15 del club Richard Borja, según informó el portal Primicias.
“Vamos a limpiar tu nombre. Que esto no se quede en la impunidad”, aseguraron otros amigos, visiblemente consternados por el trágico fallecimiento.
“Tienen que explicarnos qué pasó con nuestros niños y por qué destruyeron los cuerpos de esta forma”, señaló por su parte uno de los familiares.
Ya en la procesión de camino al cementerio, en la que los familiares llevaron a hombros los féretros, resonó nuevamente el grito de “queremos justicia” y “no están solos”.
Cánticos, rezos y lágrimas brotaron durante la caminata por la vía Perimetral de Guayaquil que recorrieron hasta el cementerio las familias de los cuatro menores, acompañados por muchos activistas de derechos humanos y vecinos que se unieron a la procesión.
Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioChile
Estamos recopilando más antecedentes sobre esta noticia, quédate atento a las
actualizaciones.
Alerta de Spoiler
Este artículo podría contener información clave sobre la trama de un libro, serie o
película.
Advertencia de imágenes explícitas
¡Cuidado! Las imágenes de este artículo pueden herir la sensibilidad de algunas personas.
VER RESUMEN
Resumen automático generado con Inteligencia Artificial
{{ post.resumen_de_ia }}
Desarrollado por BioBioChile
Este artículo describe un proceso judicial en curso
Existe la posibilidad de que los cargos sean desestimados al finalizar la investigación, por
lo cual NO se debe considerar al o los imputados como culpables hasta que la Justicia
dicte sentencia en su contra. (Artículo 04 del Código Procesal Penal)
Violencia contra la mujer
Si eres víctima o testigo de violencia contra la mujer, denuncia al
149 de Carabineros, recibe orientación llamando al
número corto 1455 del Sernameg o pulsa para
usar el chat de orientación Sernameg
Suicidio
Si necesitas ayuda psicológica especializada o conoces a alguien que la requiera, el Ministerio
de Salud tiene un teléfono de ayuda atendida por profesionales todos los días del año y las 24 horas,
marcando desde celulares el *4141. Además, puedes recurrir a Salud Responde en el 600 360 7777.
Las personas sordas pueden recibir asistencia ingresando a
este enlace.
Transporte privado
Las aplicaciones de transporte privado pagado aún no se encuentran normadas por la legislación chilena.
Estudio científico
Este artículo se basa en un estudio científico que puede ser sometido a nuevas pruebas para ser validado o descartado. Sus resultados NO deben considerarse concluyentes.