Con una inversión aproximada de 40 millones de soles (10.600 millones de pesos chilenos), Perú puso en marcha un Sistema de Comunicación Satelital de última generación que optimizará las capacidades estratégicas de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) y fortalecerá la conectividad en las zonas más remotas del país.
La ceremonia de inauguración se llevó a cabo recientemente en la Base Aérea Las Palmas, en el distrito limeño de Santiago de Surco, y contó con la presencia de la presidenta Dina Boluarte, el ministro de Defensa, Walter Astudillo Chávez, y el comandante general de la FAP, Carlos Chávez Cateriano, entre otras autoridades civiles y militares.
El sistema, que reemplaza a una infraestructura tecnológica instalada hace 24 años, representa un hito en los esfuerzos del país por modernizar sus plataformas de defensa y comunicación. La presidenta Boluarte justamente destacó que esta renovación era impostergable.
“Es inadmisible que durante más de dos décadas nuestro país haya operado con un sistema obsoleto. Hoy estamos dando un salto tecnológico que contribuirá a la defensa nacional y al bienestar de millones de peruanos”, afirmó la mandataria.
Modernización de la defensa
La adquisición de este sistema satelital responde a una necesidad crítica de actualización en el ámbito militar. El comandante general de la FAP, Carlos Chávez Cateriano, enfatizó que la tecnología permitirá fortalecer la vigilancia y control del espacio aéreo peruano.
“Con esta infraestructura garantizamos comunicaciones seguras y eficientes en nuestras bases aéreas a lo largo del territorio nacional. Es un paso fundamental para responder de manera ágil a las necesidades estratégicas del país”, explicó Chávez.
En un contexto donde la seguridad regional es una prioridad, el sistema también mejora las capacidades de monitoreo en zonas de frontera, especialmente en áreas de difícil acceso como la Amazonía peruana.
La nueva plataforma permitirá a la FAP actuar con mayor eficiencia en la lucha contra actividades ilícitas, como el narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando, problemas que afectan principalmente a las regiones de Loreto, Madre de Dios y Ucayali.
Sistema de comunicación satelital en Perú
Uno de los aspectos más relevantes del sistema satelital es su aplicación en la gestión de emergencias y desastres naturales, una necesidad urgente para Perú, considerado uno de los países más vulnerables de América Latina.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), más de 800 mil personas se han visto afectadas por fenómenos climáticos y sísmicos en los últimos años.
La implementación de esta tecnología fortalecerá la capacidad de respuesta del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) y garantizará la comunicación en zonas aisladas durante terremotos, inundaciones o deslizamientos.
El mayor general Marco Francisco Robles Bocanegra, director de la Dirección de Telemática de la FAP, explicó que el sistema permitirá mantener el enlace en situaciones críticas.
“Estas estaciones satelitales aseguran la conectividad en las regiones más vulnerables, donde las redes terrestres suelen colapsar. Esto facilitará la coordinación de operativos de rescate y la distribución de ayuda humanitaria”, señaló Robles.
Reducción de la brecha
Además de su aplicación en defensa y emergencias, la infraestructura satelital impulsará la conectividad digital en las zonas rurales del país, donde actualmente el 37% de la población carece de acceso a internet, según datos del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
El sistema servirá como soporte para iniciativas como “Internet para Todos” y permitirá llevar servicios de telecomunicaciones a comunidades alejadas en regiones como Amazonas, Puno y Cusco. Este avance tiene un impacto directo en sectores clave:
Teleeducación: Facilitará el acceso a programas educativos a distancia en áreas donde no existen escuelas o infraestructura tecnológica adecuada.
Telemedicina: Permitirá que médicos especializados brinden diagnósticos y tratamientos remotos a pacientes en comunidades sin acceso a servicios de salud de calidad.
La escalabilidad del sistema, que permite la instalación de nuevas estaciones remotas, abre también la posibilidad de colaborar con otras entidades del Estado y con el sector privado para expandir la cobertura y los beneficios de esta tecnología.
Perú como referente
Con la implementación de este sistema satelital, Perú se suma a países como Chile y Brasil, que ya cuentan con plataformas de telecomunicaciones aeroespaciales avanzadas.
El proyecto coloca al país como un referente regional en modernización tecnológica aplicada tanto al sector defensa como al desarrollo social.
El mayor general Robles Bocanegra subrayó que la iniciativa no solo fortalece las capacidades de la Fuerza Aérea, sino que posiciona a Perú como un modelo para otras naciones latinoamericanas.
“Este proyecto refleja nuestro compromiso con la modernización tecnológica. La FAP no solo responde a sus necesidades operativas, sino que también contribuye al desarrollo nacional y al fortalecimiento de la conectividad en el país”, destacó.
Avance hacia el futuro
La implementación del Sistema de Comunicación Satelital se enmarca en una estrategia nacional de modernización, que incluye proyectos de infraestructura crítica en defensa y conectividad. Según el Ministerio de Defensa, entre 2018 y 2022 se invirtieron más de 1.500 millones de soles (400 mil millones de pesos) en la renovación de equipos y tecnologías para las Fuerzas Armadas.
En un mundo donde la tecnología juega un rol fundamental en la seguridad y el desarrollo, Perú apuesta por cerrar las brechas existentes y garantizar que incluso las comunidades más alejadas tengan acceso a servicios básicos.
Las autoridades peruanas destacan que este sistema no solo cumple con la misión de defender la soberanía e integridad territorial, sino que también refuerza el compromiso del Estado con la inclusión social y el desarrollo equitativo del país.
La inauguración del sistema marca un punto de inflexión para Perú, que con esta infraestructura no solo fortalece su capacidad tecnológica y de defensa, sino que también impulsa la integración nacional, la respuesta ante emergencias y la reducción de las desigualdades en acceso a comunicaciones.