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El gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo (33) desapareció el 8 de diciembre en Venezuela, luego de haber sido secuestrado, según un mensaje enviado a su familia. La detención de Gallo ha aumentado la tensión entre el régimen de Nicolás Maduro y Argentina, liderada por Javier Milei, quien ha exigido la liberación del uniformado. A pesar de los esfuerzos diplomáticos para su liberación, la situación se complica debido a acusaciones de espionaje por parte de las autoridades venezolanas. Se ha mencionado la posible intervención del papa Francisco y de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La familia de Gallo insiste en su inocencia, señalando que viajó a Venezuela para visitar a su esposa y su hijo, en un viaje programado legítimamente con autorización de la Gendarmería Nacional. Diversas alternativas se han planteado para lograr su liberación, incluyendo gestiones diplomáticas y posibles intercambios de prisioneros. El gobierno de Milei ha aconsejado a los argentinos evitar viajar a Venezuela debido a la situación política y de derechos humanos en el país.

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Nahuel Agustín Gallo lleva dos semanas “secuestrado” por el régimen chavista, tras cruzar la frontera desde Colombia para ver a su familia. Qué se sabe de las negociaciones del gobierno trasandino en una misión titánica por la tensión diplomática.

Del gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo (33) nada se sabe desde el 8 de diciembre. Partió de la provincia de Mendoza rumbo a Colombia, escala para partir hacia Venezuela para visitar a su esposa y a su bebé de 2 años, justo de vacaciones. Cruzó la frontera y, a través de un mensaje, alcanzó a avisarle a su familia que había sido secuestrado.

La detención del joven trasandino abrió un nuevo capítulo en la tensión entre el régimen de Nicolás Maduro y la Argentina que comanda su enemigo, el “malparido nazi fascista” y “vendepatria”, tal como llama al libertario Javier Milei.

Si bien el gobierno argentino avanza en las tareas para la liberación del uniformado, el panorama es bastante complicado. La residencia diplomática en Caracas acumula varios meses asediada por las fuerzas socialistas, que sostienen que Gallo, un cabo primero en el escuadrón de la localidad mendocina de Uspallata, es un “espía” al servicio de Milei.

Vale recordar que desde que el presidente argentino condenó el fraude en las elecciones presidenciales de julio y reconoció la victoria de Edmundo González Urrutia, Maduro reforzó su ataque a Argentina y expulsó de Venezuela el personal diplomático que representa a Buenos Aires.

Nada parece hoy acercar a extremos irreconciliables de raíz, aunque ya se hable de la intervención del papa Francisco e, incluso, de la aliada del chavismo, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Cómo llegó al gendarme argentino a ser “secuestrado” por Maduro en Venezuela

Según el ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, Gallo llegó al país caribeño a “cumplir una misión” e hizo énfasis en la situación económica “dudosa” a su entender, omitiendo que los salarios son bajos en Argentina por naturaleza.

“Tú te metes en su Instagram y (Gallo) le da la vuelta al mundo, viaja por todo el mundo, pero su sueldo es de 500 dólares. ¿Cómo lo logra? ¿Qué venía a hacer a Venezuela? ¿Cuál era su tarea en Venezuela? Eso no lo dicen”, cuestionó Cabello durante una conferencia de prensa del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Sin embargo, la historia del gendarme desaparecido dista bastante de las sospechas chavistas acerca de un “espía” al servicio de Javier Milei.

Nahuel Agustín Gallo, de 33 años, nació en la provincia de Catamarca, en el noroeste de Argentina, pero reside en Mendoza. Allí presta servicio como gendarme en el escuadrón N°27 de Uspallata, localidad de montaña cercana al cruce con Chile. Está casado con María Alexandra Gómez, una mujer venezolana, y es papá de un bebé de 2 años. Los tres se instalaron a vivir en una casa de la ciudad de Luján de Cuyo.

Hace unos días, Gallo se encontraba de licencia anual, por lo que viajó legítimamente a Venezuela con autorización de la Gendarmería Nacional para visitar a su pareja e hijo, que justo estaban allá para pasar las fiestas de fin de año. De hecho, su ticket de regreso está fechado para el 30 de diciembre.

La esposa del gendarme aclaró en radio Rivadavia: “Vivimos en Mendoza, Nahuel no andaba en ninguna tarea de paz en Colombia. Se dicen muchas cosas que no son. Sepan que es totalmente inocente y que lo que le está pasando es totalmente injusto. Somos totalmente apolíticos, sí estamos al tanto de las cosas que pasan, pero somos gente de a pie, gente trabajadora, que compramos los pasajes con muchísimo esfuerzo”.

Gallo había partido el 7 de diciembre desde Mendoza con una escala en Colombia para reducir los costos. A las 7:40 del día siguiente, registró su salida por Migraciones en el país cafetero a través de la frontera terrestre del Puente Internacional Francisco de Paula Santander. Apenas 20 minutos después, a las 8, realizó Migraciones en Venezuela, momento en el que fue detenido y no pudo embarcar para su vuelo programado a las 11 desde el aeropuerto de San Antonio del Táchira a Caracas.

El último contacto con su familia fue a las 10.54 de esa misma mañana, cuando el argentino le alcanzó a decir a su pareja que estaba secuestrado. Desde entonces, no se supo de su paradero hasta que la ministra de Seguridad trasandina, Patricia Bullrich, confirmó que Gallo estaba detenido en una base de los Servicios de Inteligencia venezolanos en Táchira.

La guerra entre Milei y Maduro: ¿intervendrán el papa Francisco y Cristina Kirchner?

El presidente argentino Javier Milei expresó, en el marco de un acto en el Colegio Militar de Buenos Aires, que su par venezolano Nicolás Maduro es un “dictador criminal” y prometió que acelera las gestiones diplomáticas para que Nahuel Gallo regrese a su país: “Exigimos su liberación inmediata y agotaremos todas las vías diplomáticas para devolverlo sano y salvo a la Argentina”.

En una primera instancia, Argentina acudió al gobierno brasileño de Lula da Silva para actuar de intermediario en la negociación por la liberación del gendarme. Brasil es quien protege la embajada argentina en Caracas y a los cinco asilados de la oposición venezolana que se encuentran en la sede desde la ruptura diplomática de Venezuela y Argentina. Hasta el jueves eran seis, pero ya se reunió con su familia Fernando Martínez Mottola, asesor del bloque opositor Plataforma Unitaria Democrática (PUD).

Por su parte, Griselda Heredia, mamá del joven detenido, se reunió con el gobernador de la provincia de Catamarca, Raúl Jalil, para dirigirse en una carta al papa Francisco (el argentino Jorge Bergoglio) y pedirle que intervenga ante el régimen de Maduro.

Otro camino de negociación se abrió llamativamente por parte del ministro de Defensa trasandino, Luis Petri. En el canal LN+, el funcionario se refirió a la “estrecha relación” que tuvo el gobierno de Cristina Kirchner con Hugo Chávez y, luego, Maduro.

“Acá todos los esfuerzos que se puedan hacer, los haremos. Sabemos que hay una estrecha relación entre el kirchnerismo y Maduro a tal punto que fueron extremadamente tibios a la hora de pronunciarse al respecto”, declaró.

Petri no descartó que CFK sea la indicada en la tarea para aligerar la tensión entre ambos países. “Acá no hay partidismo, no hay condicionamientos, tenemos que defender a un argentino que el presidente Javier Milei lo dijo con todas las letras: ‘Está secuestrado con un dictador’. Y todos los esfuerzos y toda la ayuda de países que nos puedan ayudar y del propio kirchnerismo. Me parece que lo justifica para liberar a este gendarme y traerlo de vuelta”, manifestó.

La última alternativa se conoció por una nota del medio colombiano El Tiempo, que se hizo eco de la revelación que hizo el canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo. Caracas habría solicitado un salvoconducto para el exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, detenido en Venezuela, y para “una persona muy cercana al gobierno de Venezuela” que permanece presa en Argentina.

Esa figura a entregar a cambio de Gallo sería Milagro Sala, dirigente social de Tupac Amaru y vinculada al kirchnerismo. Fue condenada en 2019 a 13 años de prisión por asociación ilícita, extorsión y fraude al Estado. Favorita de Maduro, él la premió en 2017 por su “espíritu combativo” frente a lo que llamó una “oligarquía rapaz” en Argentina, en referencia al entonces presidente de centroderecha Mauricio Macri, sucesor de Cristina.

Varias veces Milagro Sala expresó su apoyo al régimen de Maduro, así como a los gobiernos de Lula da Silva y Evo Morales. Incluso, a través de cartas enviadas desde la cárcel. Su colaboradora en los desvíos de fondos públicos, Mirta Guerrero, dijo alguna vez que la condenada viajó al funeral de Chávez en 2013, algo que fortificó su lazo político.

Mientras tanto, el gobierno de Milei pidió al resto de los argentinos evitar viajar a Venezuela. “Uno no debe acercarse a esas dictaduras. Más que una recomendación es una obviedad, que uno se acerque a una dictadura cruel como la de Maduro conlleva un peligro inherente. Es una obviedad que ir de visita a una dictadura implica riesgos”, aseguró el vocero presidencial Manuel Adorni.