La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) denunció la presencia de agentes armados del régimen de Nicolás Maduro, entre los que habría al menos un francotirador, a las afueras de la embajada de Argentina en Caracas.
A través de un comunicado, el foro regional reiteró su “más enérgica condena al asedio y hostigamiento perpetrado por las fuerzas de seguridad venezolanas” en torno a la sede diplomática, en la que seis ciudadanos venezolanos se encuentran asilados desde el 27 de marzo de 2024.
“Este asedio constituye una flagrante violación de las garantías de seguridad y protección que deben ser otorgadas a los asilados, conforme a lo estipulado en la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 y la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”, indicó.
“La presencia intimidatoria de personal armado, los cortes de energía eléctrica y agua corriente, así como la interrupción del ingreso de alimentos y agua, representan un peligro inminente para la vida e integridad de los asilados”, agregó.
A través de sus redes sociales, Luis Almagro, secretario general de la OEA, publicó una imagen en la que se ve lo que parece ser un francotirador oculto entre la maleza.
Junto con reiterar “que el otorgamiento de salvoconductos para los asilados es un imperativo que debe ser cumplido de inmediato”, la OEA puntualizó que la negativa a conceder estos salvoconductos “no solo agrava la situación de los asilados, sino que también constituye una violación de las obligaciones internacionales asumidas por Venezuela”.
“El despliegue de fuerzas represivas con armamento de asalto en torno a la Embajada de Argentina y el acoso en general al que está siendo sometida la sede diplomática revela las peores aberraciones del régimen y atenta contra los principios fundamentales del derecho internacional y los derechos humanos”, indicó.
“La OEA hace un llamado urgente a la comunidad internacional para que se solidarice con los asilados y exija el respeto a sus derechos y garantías”, remarcó.
Venezuela revocó en septiembre la autorización que había otorgado a Brasil, a principios de agosto, para entregarle protección a la embajada de Argentina en Caracas, debido a una supuesta planificación de actos “terroristas” en su interior por parte de opositores asilados.
“La República Bolivariana de Venezuela ha tomado la decisión de revocar, de manera inmediata, el beneplácito otorgado al Gobierno de la República Federativa de Brasil para ejercer la representación de los intereses de la República Argentina y sus nacionales en territorio venezolano, así como la custodia de los locales de la misión diplomática incluido sus bienes y archivos”, indicó el régimen chavista en aquella oportunidad.
Según la declaración, “Venezuela se ve obligada a tomar esta decisión motivada por las pruebas que se tienen sobre el uso de las instalaciones de esa misión diplomática para la planificación de actividades terroristas e intentos de magnicidio contra el Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros y contra la Vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez Gómez, por parte de los prófugos de la justicia venezolana que permanecen dentro de ella”.