La incertidumbre se agudiza en la frontera norte de México al cumplirse una semana de los amagos de aranceles del presidente electo de Estados Unidos (EE.UU), Donald Trump, lo que intranquiliza, en particular, a Ciudad Juárez, epicentro de la maquila mexicana.
Datos de la Asociación de Maquiladoras y Exportadoras de Ciudad Juárez (AMAC) exponen que cerca del 70% de las exportaciones locales van al mercado estadounidense, lo que hace a la urbe, limítrofe con el estadounidense El Paso, Texas, especialmente vulnerable a las restricciones comerciales.
Además, Juárez acoge más de 300 maquiladoras (fábricas de manufactura), que emplean a unas 300.000 personas para producir desde dispositivos médicos hasta autopartes.
Por ello, “la frontera sería la más afectada” con los aranceles del 25% que anunció Trump la semana pasada, “con la pérdida de empleos, probablemente con cierre de fábricas, probablemente con costos inflacionarios elevados”, comentó la exembajadora de México en Estados Unidos (2018-2021) Martha Bárcena.
“Así que los principales interesados es toda la franja fronteriza en que no haya esta guerra comercial, sino que al contrario haya cooperación, como lo ha dicho la presidenta (Claudia Sheinbaum). Sin duda, que es un panorama difícil que se ha visto actualmente“, declaró en una entrevista.
Riesgos a ambos lados de la frontera
Trump sacudió la economía de la región al anunciar el lunes de la semana pasada que una de sus primeras órdenes ejecutivas será imponer aranceles de 25% a “todos los productos” de México y Canadá, hasta que se “detenga la invasión” de los migrantes ilegales y drogas, en particular el fentanilo.
La presidenta de México confió el viernes pasado en que no habrá aranceles tras hablar por teléfono con Trump, mientras que el Gobierno mexicano argumenta que Estados Unidos perdería 400.000 empleos y padecería inflación, como 3.000 dólares adicionales por camioneta, por ejemplo.
El economista Alejandro Sandoval Murillo, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) en Juárez, expuso a EFE que “los aranceles son un impuesto que se coloca para importar, afectando el precio del producto y haciéndolo menos competitivo ante alternativas existentes”.
“La pregunta de imponer aranceles a México es si (en Estados Unidos) tienen alternativas a la producción mexicana, que obviamente no sea China, porque China es el principal problema. En ese sentido, si no hay, el consumidor estadounidense va a tener que absorber ese arancel y el daño es para ellos“, advirtió.
Impacto en los pequeños empresarios y consumidores
Aunque el impacto más inmediato se siente en las grandes industrias, los pequeños empresarios también enfrentan desafíos.
“Chihuahua es fundamental en esos estados fronterizos porque, aparte, Texas es nuestro primer socio comercial. Con ellos comerciamos más de 216.000 millones de dólares al año. Entonces yo creo que habría que buscar ese renovado diálogo entre el gobernador de Texas (Greg Abbott) y la gobernadora de Chihuahua (María Eugenia Campos)”, señaló Bárcena.
Para los trabajadores, la incertidumbre también es palpable ante posibles salarios bajos y condiciones de trabajo desafiantes.
“El que dejen los consumidores de gastar tanto va a provocar cierre de empresas. Ese es el tipo de consecuencias que pueden empezar a ocurrir si, y sólo si, las cosas evolucionan negativamente, aranceles, reacciones, represalias, etcétera, hacia un sentido negativo”, advirtió Sandoval Murillo.
Ante el panorama adverso, las autoridades locales y federales han intentado mitigar los efectos de los aranceles mediante incentivos fiscales y programas de apoyo a las empresas afectadas.
Pero muchos empresarios consideran que estas medidas son insuficientes frente al impacto de las políticas comerciales de Estados Unidos.
“Porque ninguno de los dos gobiernos se puede dar ese lujo (de aranceles) y enfáticamente el Gobierno mexicano no puede, por ningún motivo. Pero el Gobierno mexicano no me refiero (sólo) al federal. Este es un trabajo conjunto entre los subnacionales, estatales y municipales, junto con el federal”, concluyó el economista.