El autor del ataque suicida con explosivos registrado la noche del miércoles frente al Tribunal Supremo Federal (STF) de Brasil había dejado varios mensajes de odio en sus redes sociales y amenazas contra pollíticos brasileños.
Se trata de Francisco Wanderley Luiz, quien se suicidó tras hacer detonar una bomba, aparentemente de fabricación casera, en la entrada del Tribunal en Brasilia.
En imágenes de seguridad, se ve cómo arroja dos artefactos explosivos hacia el edificio antes de hacer estallar una tercera bomba junto a su cabeza. Posteriormente se reportó otra detonación de explosivos que había instalado en un vehículo estacionado en las cercanías junto a la Cámara de Diputados.
El ataque, que habría tenido una motivación política, no dejó más víctimas fatales además del propio autor.
Según confirmó la Policía Federal, el hombre tenía 59 años, era originario del estado de Santa Catarina y trabajaba como cerrajero. Se sabe que se encontraba en Brasilia desde julio pasado.
Medios brasileños como O Globo detallan que Wanderley era militante del Partido Liberal (PL), misma formación que lidera el expresidente Jair Bolsonaro.
Incluso había intentado entrar a la política activa, presentándose como candidato a concejal en la ciudad de Rio do Sul en las elecciones municipales de 2020. Recibió sólo 98 votos por lo que no resultó elegido.
Lo llamativo es que en aquella oportunidad recibió solamente una donación para su campaña por 500 reales, equivalente a unos 84 mil pesos chilenos aproximadamente, consigna el portal Metrópoles.
El presidente del partido, Valdemar Costa Neto, lamentó lo ocurrido y explicó que “es muy difícil” filtrar quien se une al colectivo. “Somos 904.000 afiliados”, manifestó.
El hermano del atacante, Rogério Luiz, contó que Wanderley era soltero y que tenía dos hijos, de 37 y 38 años de edad, de su primera relación.
Cabe señalar que su odio contra las autoridades del país había quedado de manifiesto en sus redes sociales, en donde compartía directas amenazas. De hecho, había anticipado sus planes de realizar un ataque.
“Dejan entrar al zorro en el gallinero. O no saben el tamaño de la presa o es simplemente una estupidez”, escribió en una publicación en alusión a la sede del Supremo.
También había apuntado sus dardos contra políticos como José Sarney, Geraldo Alckmin y Fernando Henrique Cardoso, además del periodista William Bonner, a quienes calificó en Facebook como “viejos asquerosos”.
Cabe destacar que Bolsonaro condenó el atentado y vinculó lo ocurrido a los “evidentes problemas de salud mental” de Wanderley, seguidor declarado del exmandantario.
“Ya es hora de que Brasil vuelva a cultivar un ambiente adecuado para que las diferentes ideas puedan confrontarse pacíficamente”, sostuvo.
Con un tono mucho más mesurado que lo acostumbrado, el expresidente aseveró que el ataque fue un “hecho aislado”, añadiendo que “la defensa de la democracia y de la libertad no tendrá éxito hasta que no se restaure la posibilidad de diálogo entre todas las fuerzas de la nación”.