Un sujeto se suicidó la noche del miércoles tras hacer detonar una bomba, aparentemente de fabricación casera, en la entrada del Tribunal Supremo Federal (STF) de Brasil.
En imágenes de seguridad dadas a conocer por O Globo, se ve cómo el individuo arroja dos artefactos hacia el edificio antes de hacer estallar una tercera bomba junto a su cabeza.
Los videos captan el destello y el humo provocado por las explosiones, las que no afectaron a la sede del Supremo.
Posteriormente se reportó otra detonación de explosivos que habían sido instalados al interior de un vehículo estacionado en las cercanías junto a la Cámara de Diputados.
El ataque, ocurrido en la Explanada de los Tres Poderes de la ciudad de Brasilia, y que habría tenido una motivación política, no dejó más víctimas fatales además del propio autor.
El medio brasileño consignó que el sujeto fue identificado como Francisco Wanderley. “El individuo llevaba consigo una mochila y se encontraba en actitud sospechosa frente a una estatua”, señala un informe policial.
“Sacó algunos artefactos de la mochila y cuando se acercaron los guardias de seguridad del STF, el individuo se abrió la camisa y les advirtió que no se acercaran”, añade.
“El individuo se tumbó en el suelo, encendió el último artefacto, se lo colocó en la cabeza con una almohada y esperó la explosión”, detalla.
EFE consignó que durante la madrugada un robot identificó “un cinturón” con explosivos amarrado al cuerpo del agresor y, posteriormente, un agente especializado se acercó para retirarlo y desactivar los artefactos, los que estaban conectados a un “temporizador”.
La Policía Federal asumió la investigación del caso y llevará a cabo las pesquisas “con rigor y celeridad”, según afirmó el abogado general de Brasil, Jorge Messias, en un mensaje en las redes sociales.
En tanto, el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, aseveró que las fuerzas de seguridad “están preparadas para asegurar el funcionamiento de los poderes constituidos”.
Cabe señalar que el Supremo y la Cámara de Diputados suspendieron sus actividades programadas para la mañana de este jueves. Sin embargo, el presidente brasileño, Lula da Silva, mantiene su agenda en el Palacio de Planalto, sede de la Presidencia.