Con tirapiedras en las manos y bajo el grito “¡muerte a Lucho Arce traidor”!, en amenaza al presidente de Bolivia, cientos de seguidores del expresidente Evo Morales anunciaron este martes que radicalizarán los bloqueos de carreteras en todo el país para defender a su líder y exigir la renuncia del jefe de Estado.
“Queremos mil bloqueos en todo el país para que Arce renuncie”, dijo el líder sindical Aquilardo Caricari con un altavoz a los manifestantes, mientras que estos le respondían “¡Evo no está solo carajo!
En la población de Parotani, a 40 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, los ‘evistas’, como se les conoce a los afines a Morales, bloquean desde hace 16 días uno de los principales pasos de transporte en el centro del país, causando desabastecimiento de combustible y alimentos en varias ciudades bolivianas.
En ese sector, los protestantes realizaron esta jornada una marcha de un kilómetro dentro del tramo que mantienen bloqueado para demostrar su rechazo al Gobierno y para pedir la renuncia de Arce.
“¡Muerte a Lucho Arce, traidor!”, “¡Arce a la cárcel!”, “¡Fusil, metralla, el pueblo no se calla!”, fueron las consignas de los ‘evistas’ mientras marchaban.
En la caminata los hombres y mujeres agitaban tirapiedras con una mano y levantaban rocas con la otra mientras fingían con arrojarla en un gesto amenazante.
Al final de la marcha, los ‘evistas’ se concentraron alrededor de los cartuchos de gas lacrimógeno vacíos que fueron arrojados por la Policía el viernes, en un operativo que buscaba liberar la carretera.
Ese día los manifestantes arrojaron piedras y lanzaron dinamita a los agentes policiales, y un explosivo lastimó a uno de los policías que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para salvar la pierna en la que fue lastimado.
“Este Gobierno es un mentiroso diciendo que el ataque a Evo fue un autoatentado (…) que muera el Gobierno traidor”, gritó la dirigente del Trópico de Cochabamba, Juanita Orellana, al terminar la marcha.
Mientras tanto, el importante paso permanece bloqueado con altas barricadas de piedras y se mantiene con vigilancia desde los cerros.
Los manifestantes mantienen esta medida de presión porque aseguran que el Gobierno está persiguiendo al exmandatario con un caso de trata de personas y estupro que investiga el Ministerio Público por la supuesta violación de una menor durante su Presidencia.
También afirman que el presidente Arce “intentó matar” a Evo Morales en un ataque armado el domingo, para evitar así que sea el candidato presidencial en 2025 del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), del cual es el líder.
Agresiones a periodistas durante manifestaciones de seguidores de Evo Morales
Según gremios de periodistas, cada día los manifestantes se muestran más agresivos y en diferentes puntos de bloqueo en el país andino los ‘evistas’ han agredido a periodistas y policías.
En esta jornada llegaron incluso a retener por varias horas a tres reporteros que cubrían el bloqueo de carretera en la zona rural de Mairana, en la región de Santa Cruz, y a 14 policías que eran parte de una operación de desbloqueo de caminos.
Estos fueron liberados tras una negociación de la Defensoría del Pueblo con los manifestantes.
La violencia en la región del Trópico de Cochabamba, el bastión político y sindical de Morales, llegó a tal punto que la Policía ordenó a todos sus agentes a retirarse del lugar.
Seguido a esto, todos los bancos de la región decidieron cerrar y retirar el dinero en efectivo de sus agencias, al no tener garantías por la ausencia de las fuerzas del orden.
Y es que el domingo que Morales denunció un “intento de asesinato” en su contra con un ataque armado contra su vehículo que recibió 14 balazos, sus seguidores en esa región sacaron dos camionetas de un cuartel militar y las quemaron, alegando que en ellas iban los atacantes del expresidente.
El Gobierno asegura que Morales disparó primero contra un grupo de policías que intentaron frenar su camioneta en un puesto rutinario de control antidrogas.
Arce y Morales están distanciados desde 2021 por diferencias en el manejo del oficialista MAS y el Ejecutivo.