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En dos hechos impactantes, Andrés, un camionero argentino, fue secuestrado en Santiago por "piratas del asfalto" y sobrevivió tras dos días desaparecido, mientras que Enrique y su familia sufrieron una encerrona en Estación Central, donde fue baleado. Estos incidentes se suman a una ola de inseguridad que amenaza la reactivación turística en Chile, con trasandinos reportando robos, vandalismo y arrebatos callejeros. La Asociación Propietarios de Camiones de Mendoza alerta sobre el incremento de robos a camiones con patente argentina en territorio chileno, instando a Carabineros a reforzar la seguridad en zonas vulnerables. Los turistas argentinos están preocupados y dudan en cruzar la frontera por compras y turismo, especialmente tras el ataque en Estación Central, lo que genera llamados a mejorar la seguridad por parte de autoridades y empresarios del rubro turístico.

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Los casos de violencia en las calles se acumulan y generan alerta entre los trasandinos, justo a punto de iniciar el verano. El testimonio de las víctimas y los reclamos del sector comercial.

Andrés viajaba a Chile con una enorme carga de arroz en su camión desde Mendoza hasta que tuvo que detenerse a un costado de la ruta en Santiago. Lo secuestraron y estuvo desaparecido por dos días. Le hicieron caminar sin mirar hacia atrás. De lo contrario, le disparaban en la cabeza. Retornó a su país a reencontrarse con su familia y vivió para contarlo.

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Pero no fue el único, Enrique fue otro transandino que vivió experiencia traumática. Acompañado por su hermana e hijo, cruzaba la cordillera para ahorrarse unos pesos hasta que salió de un mall en Estación Central. Le hicieron una encerrona cuando iba a bordo de su auto y lo balearon en el brazo derecho. Si no hubiera hecho marcha atrás para escapar, sus familiares habrían tenido el mismo destino. También vivió para contarlo en Argentina.

En octubre, estos dos casos de violencia e inseguridad en Chile tuvieron a visitantes argentinos como víctimas con apenas días de diferencia, justo en medio del furor por los tours de compras y las expectativas para marcar un récord de turismo en el inminente verano.

Una reactivación turística que está en riesgo por las constantes denuncias de los trasandinos, que incluyen también destrozos en sus automóviles estacionados, el robo de sus pertenencias y hasta arrebatos callejeros. Muchos hechos, sin formalizar por los gastos derivados y la urgencia de dejar el país para olvidar el mal trago.

“Esta situación ha ido creciendo de forma exponencial, no sólo en las rutas, sino en las ciudades, cuando nos dirigimos con los camiones a los puertos en Chile”, lamentó Carlos Messina, tesorero de la Asociación Propietarios de Camiones de Mendoza (Aprocam) y propietario de una empresa de transporte internacional, al ser consultado por BioBioChile.

Según el empresario, se incrementaron los robos de las unidades de carga con patente argentina en Chile, por ejemplo, en toda la zona aledaña al Puerto Terrestre de Los Andes, en la Quinta Región, donde las condiciones del tránsito obligan a los camioneros a realizar extensas filas sobre la ruta internacional, sin la presencia de Carabineros.

“Se le ha reclamado de forma constante a Carabineros que haya guardia, sobre todo en los periodos cuando hay cortes de camino con filas de tres o cuatro kilómetros”, aseguró el argentino.

“No sólo se da el robo de mercadería rompiendo las lonas, sino que (los delincuentes) abren las cámaras de frío. En los últimos tiempos preocupa que se han abalanzado sobre el interior de las cabinas, lastimando a los choferes y robándoles sus documentos, efectos personales y dinero. Esta situación se ve también en distintas rutas y paraderos de camiones, repetitiva a lo largo del tiempo”, agregó Messina.

Si hasta los choferes se nuclearon en un grupo de WhatsApp llamado “Robo de Camiones en Chile” para avisar mutuamente y comunicar eventualidades delictivas.

El camionero argentino que pasó dos días secuestrado por “piratas del asfalto”

Andrés Pasero, de 34 años, es camionero y vive en Mendoza. El lunes 7 de octubre, salió al mando de un semirremolque con 28 toneladas de arroz a granel, valorado en 23.000 dólares, que provenía de la provincia norteña Corrientes y tenía como destino a la empresa Carozzi, en la comuna de San Bernardo (Región Metropolitana). Después de hacer el trámite de Aduana, Pasero llevó su camión a un estacionamiento en la comuna de Los Andes. Pasó la noche y espero el turno para descargar la mercadería el martes.

Cuando entraba por el sur a Santiago, el argentino contó que detuvo el camión por problemas mecánicos. Se bajó a ver qué pasaba y lo abordaron dos hombres que se le habían acercado en una camioneta blanca. Uno de los “piratas del asfalto” le apuntó con un arma y, bajo amenaza, el chofer debió subir de nuevo a su vehículo de carga y manejar hasta una pequeña habitación quién sabe dónde.

La señal satelital del camión había cesado, según denunció desde Mendoza el dueño de la empresa de camiones, cuando ya las publicaciones con la foto de Andrés como desaparecido copaban las redes sociales y los medios de su provincia. “Por si alguno lo ve, por favor avisar”, repetían sus compañeros de trabajo y familiares (una esposa y tres hijos).

Camionero argentino asaltado y secuestrado
Camionero argentino asaltado y secuestrado

Recién el jueves, dos días después, se volvió a saber sobre el argentino. Había pasado 48 horas secuestrado en un lugar sin identificar. Sus captores le dieron arroz blanco, agua y un recipiente para las heces. Según contó al diario Clarín, detalló que sus secuestradores eran venezolanos y que se peleaban entre ellos porque “aparentemente se habían equivocado de cargamento y no sabían qué hacer con el arroz”.

Al camionero lo soltaron en una ruta de Rancagua, a 90 kilómetros de donde por última vez supo ubicarse en tiempo y espacio. Aquel jueves, al joven padre lo sacaron del enigmático cuarto, lo metieron en una camioneta y le dijeron: “Camina para adelante, no mires para atrás”. Tras una hora de pasos perdidos y en pleno shock anímico, pidió ayuda en una panadería, llegaron los Carabineros y, finalmente, pudo comunicarse con los suyos para retornar a su hogar. Ahora está en Mendoza con licencia laboral y asistencia psicológica.

Fue de compras por el Día de la Madre a Estación Central y casi perdió la vida

Como miles de mendocinos a diario, Enrique Ríos, su hermana y su hijo cruzaron en su vehículo particular por el paso Cristo Redentor con destino a Santiago para hacer compras a bajo precio. La excusa era el Día de la Madre, que en Argentina se celebró el 20 de octubre. Esta vez, los tres llegaron a Estación Central, epicentro de los tours de compras que ya son una costumbre argentina, especialmente, en los buses.

La tarde del martes 15 de octubre, cuando el turista manejaba su auto acompañado por sus familiares por calle Obispo Javier Vázquez, en inmediaciones del Mall Plaza Alameda, fue víctima de una encerrona. Cuatro personas se le atravesaron en el camino y, a punta de pistola, amagaron con robarle. El argentino intentó retroceder su vehículo, pero uno de los asaltantes abrió fuego, hiriendo con un tiro al conductor en el brazo derecho.

Después del ataque, Enrique corrió pidiendo ayuda junto a su hermana e hijo por la avenida Alameda, donde fue auxiliado por transeúntes y, luego, por personal de emergencias en la Posta Central. Conmocionado, su hijo Pablo relató a la prensa allí presente: “Se bajó una persona de tez oscura, supongo que migrante, y nos disparó al auto, me apuntaron a mí en la cabeza y yo me bajé, es por eso que le pegaron en el brazo a mi papá. Dispararon a matar”.

Turista baleado en Estación Central
Turista baleado en Estación Central

Una vez de vuelta en Mendoza, Enrique Ríos habló con la radio local LV Diez. Además de repasar los detalles ya reportados por BioBioChile, fue contundente sobre su experiencia en Chile: “No vamos a ir nunca más a esa zona”.

“Recomiendo que se cuiden mucho por los robos, andar con todo bien escondido”, dijo el hombre. “Es muy peligroso ahí (Estación Central). Si tienen que matar, matan”, sentenció. A más de diez días de sufrir el disparo, no hay detenidos.

Argentinos preocupados y en duda para cruzar por compras y turismo

El caso de Estación Central generó ruido especialmente entre los mendocinos que planean sus escapadas a Chile, tanto turísticas como comerciales. Emilio, organizador del tour “Los Mellis”, declaró a BioBioChile que los viajeros ahora le consultan sobre la situación de inseguridad en Chile antes de concretar el pago. De hecho contó que, el lunes pasado, la pasó mal por un “piquete” producto de un piedrazo en el parabrisas cuando el bus iba por la ruta.

“Al llegar, el municipio de Estación Central nos secuestró (incautó) el colectivo, a pesar de tener todo en regla. Descargamos como siempre con los 60 pasajeros, vino una persona de la municipalidad, se cruzó adelante, revisó todo y nos dejó sin retorno. Hubo que pagar pasajes, organizar a la gente con niños… Ya no podés planificar en un día ir y volver por lo que puede pasar”, lamentó. El bus aún continúa en Chile.

Las historias de violencia con extranjeros en las calles de Chile se acumulan. De ir atrás en el tiempo, en febrero de 2023, en pleno verano, una pareja de cordobeses sufrió un asalto afuera del Mall Marina en Viña del Mar. Y en marzo de este año, otro turista argentino fue víctima de un robo en el interior de su vehículo en el paseo costero de la recta Las Salinas, lo que derivó en una pelea callejera tras la huida.

A la advertencia emitida por la embajada de Estados Unidos, se le sumó recientemente la declaración de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur). A través de un comunicado, la presidenta de la organización, Mónica Zalaquett, lamentó el episodio con el mendocino baleado en Estación Central: “Claramente, un hecho de esta naturaleza genera alarma pública que podría incidir negativamente en nuestra actividad”.

La empresaria turística reiteró el llamado al gobierno de Gabriel Boric para “mejorar la seguridad en el país” y así resguardar tanto la integridad de los chilenos como de aquellos turistas que vengan del extranjero de cara al verano.

“La seguridad es fundamental para el desarrollo de la industria del turismo, ya que sin esta, se pone en riesgo la sostenibilidad del sector”, sentenció.