El ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexandre Silveira, exigió este lunes a la empresa distribuidora de energía Enel restablecer el servicio en tres días en São Paulo, tras el apagón masivo de hace tres días que mantiene a oscuras parte de la ciudad.
La interrupción del servicio eléctrico comenzó en la noche del viernes tras una breve pero intensa tormenta, llegando a afectar a más de dos millones de clientes en la región metropolitana. Hasta esta mañana todavía se reportaron cerca de medio millón de hogares sin luz.
Específicamente, más de 460.000 residentes aún no tienen energía eléctrica, lo que en muchos casos también imposibilita el acceso a agua potable. Desde la empresa aún no se ha comunicado una previsión de cuándo podría volver a restablecerse el servicio de forma total.
En una conferencia de prensa, Silveira convocó a las concesionarias del país a formar “un grupo de trabajo” para colaborar con la empresa Enel para hallar una solución a estos problemas.
Los cortes de energía fueron producto mayoritariamente de la caída de árboles y los fuertes vientos, que alcanzaron cifras récord de 107,6 kilómetros hora, y causaron además siete muertes en São Paulo.
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Enel había avisado a primera hora del sábado a través de sus canales oficiales de que en algunos lugares resultaron dañados tramos enteros de la red eléctrica, por lo que será necesario reconstruir varios kilómetros de red, reemplazar postes, transformadores y otros equipos, lo que demoraría la reanudación total del servicio.
También, el ministro Silveira notificó a las empresas distribuidoras de todo el país de que “serán penalizadas” si no planifican con anticipación eventos climáticos que podrían ocasionar estos escenarios.
“Está claro que el mundo está pasando por eventos climáticos severos y el distribuidor tiene que tomar precauciones con la planificación en relación a estos eventos. No es posible que este sector sea reactivo”, destacó.
En una segunda rueda de prensa, la Contraloría General anunció que va a realizar una “auditoría completa” en el proceso administrativo que abrió la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) contra Enel el año pasado, por un apagón similar.
El titular de la Contraloría, Vinícius de Carvalho, dijo que “una de las posibles consecuencias” de ese proceso administrativo es la revocación de la concesión, aunque subrayó que el caso se está llevando a cabo de forma “técnica”.
En el marco de ese proceso administrativo, Enel fue multada el año pasado con el pago de 165 millones de reales (unos 29 millones de dólares), pero la empresa no abonó la sanción y presentó un recurso en la Justicia, según De Carvalho.
El apagón del viernes también provocó una tormenta política en plenas elecciones municipales y añadió presión sobre el alcalde de la ciudad, Ricardo Nunes, quien se juega la reelección el próximo 27 de octubre frente al candidato de la izquierda, Guilherme Boulos.
Tras un fin de semana lleno de acusaciones cruzadas, Silveira aprovechó la conferencia de prensa para acusar a Nunes de difundir noticias falsas sobre el apagón y lo culpó de la planificación urbanística de la ciudad ya que “más del 50 % de los eventos fueron causados por la caída de árboles”.