“Tenemos que prepararnos para la guerra, si queremos garantizar la paz”. Con esa polémica frase del viceministro de Políticas, César Torres, el Ministerio de Defensa de Perú justificó la compra de 24 aviones militares por más de tres mil millones de dólares para reforzar a sus Fuerzas Armadas. La situación escaló al punto que el Congreso de la República ya evalúa interpelar en los próximos días al actual titular de ese sector, Walter Astudillo.

La controversia se avivó aún más cuando un exministro de Defensa y otras voces cercanas al tema mencionaron indirectamente a Chile como parte de un discurso bélico, para sustentar que es necesaria la adquisición de esa flota. Además, a la par se conoció sobre otra posible compra: dos aviones de transporte Boeing 737 (uno que reemplazaría al avión presidencial) por un costo que roza los 300 millones de soles (unos 73.734 millones de pesos chilenos).

Las exorbitantes cifras divulgadas originaron el cuestionamiento de un sector de la ciudadanía peruana, que considera no es el momento adecuado para “tanto gasto”, sobre todo cuando se vive una de la crisis de seguridad más álgida de los últimos tiempos en el país y la que ya llevó a los transportistas e integrantes de los otros gremios económicos a acatar reiterados paros y marchas entre septiembre y lo que va del presente mes.

“Hipótesis bélicas”

En medio de ese agitado panorama, BioBioChile conversó con Luis Gonzales Posada, excanciller y expresidente de la Comisión de Defensa Nacional del Congreso de la República, quien cuestionó la compra de las 24 naves militares de parte del gobierno peruano y rechazó las afirmaciones que enfrentan con países vecinos.

“Decir que se va a comprar una flota de 24 aviones de última generación ha sorprendido a la opinión pública, porque no tiene ninguna prioridad. Lo importante para nosotros es comprar patrulleros, equipos de vigilancia y dotar a la Policía Nacional de todos los elementos tecnológicos para combatir una delincuencia que se acrecienta”, comentó a nuestro medio.

Según Gonzales Posada, el gobierno de la presidenta Dina Boluarte debe tener en cuenta que ese tipo de adquisiciones demandan un cuantioso presupuesto, por lo que instó al Parlamento peruano a analizar si dará su aprobación a la futura compra.

“Entiendo que es necesario mantener operativo a las Fuerzas Armadas, no solo a la Aviación, sino también al Ejército y la Marina, pero eso demanda un presupuesto cuantioso y una planificación que debe ser, en honor a la verdad, muy bien analizada por el Congreso”, acotó.

Para el excanciller fue definitivamente “un error” lanzar el anuncio de las 24 aeronaves caza en conjunto con el de la compra de un nuevo avión presidencial.

“Creo que fue un error lanzar ese anuncio conjuntamente con otro que dice que se iba a comprar un nuevo avión presidencial de 300 millones de soles. Y, además, algunos funcionarios han querido sustentar estos hechos en hipótesis bélicas tanto con Chile como con Ecuador. Hacer especulaciones de esa naturaleza para justificar compras militares es una equivocación grande. Lo que causa es temor”, sostuvo Gonzales Posada.

“No es el momento”

En la misma línea se mostró el especialista en temas de inteligencia y exmiembro del GEIN, José Luis Gil, quien también calificó de “error” que el Ejecutivo no priorice el uso de recursos del Estado para combatir a la criminalidad organizada en el Perú.

“Es un error del gobierno priorizar la compra de armamento para una guerra que, en definitiva, es inexistente. Esto demostraría que las prioridades del gobierno no son solo lo que la población grita en las calles todos los días: más seguridad”, dijo a BioBioChile.

En su interpretación, no es adverso que el Ejecutivo realice acciones para proteger la soberanía nacional, pero consideró que este no es el momento para invertir parte del tesoro público en compras militares. “No es el momento ni la circunstancia para hacerlo”, afirmó.

¿Para combate o carga?

Durante una reciente conferencia de prensa, Fredy Hinojosa, vocero del despacho presidencial de Boluarte, negó que esté en los planes del gobierno adquirir un avión nuevo presidencial y aseguró que solo se van a adquirir aeronaves “de carga y transporte”.

“De ninguna manera se pretende adquirir este bien (avión presidencial). La realidad es que se van a adquirir aviones de transporte, tanto de carga como pasajeros, con la finalidad de incrementar la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas, ante situaciones de emergencia y desastres como las que ya hemos tenido anteriormente”, dijo.

Las declaraciones del vocero parecen no haber calado tanto como las del viceministro Torres y su mención a la guerra. BioBioChile conoció, por fuentes parlamentarias, que hay al menos cinco bancadas en el Congreso peruano que apoyarán la interpelación al ministro de Defensa Walter Astudillo, por considerar que ese millonario gasto mejor debería ser dirigido a la lucha contra la criminalidad en el país.

No existen “países amigos”

Esta controversia tiene también su otro lado. Uno de los que defendió el anuncio fue Jorge Moscoso, exministro de Defensa, quien aseguró que resulta imposible pensar —en términos de defensa nacional—, que el Perú tiene “países amigos”.

“No existen en las relaciones internacionales el concepto de amistad, por más que se pueda decir: ‘somos países amigos, países aliados’. No existe, lo que tenemos son vecinos. Esos vecinos, así como nosotros, tienen intereses y lo que corresponde a un Estado es proteger y defenderlos”, declaró al medio local Exitosa Noticias, el pasado 8 de octubre.

De igual forma, Andrés Gómez de la Torre, especialista en temas militares e inteligencia, también apoyó la compra de los aviones. “Es fundamental, desde mi punto de vista, toda posibilidad de recuperación, de capacidad operativa y eventualmente disuasiva. Eso es positivo. No me parece mal, porque lamentablemente el estado de las Fuerzas Armadas, en material, ha sido descuidado durante muchos años”, indicó.

Ante las críticas, el ministro de Defensa peruano ya pidió al Congreso y al Ministerio Público iniciar investigaciones contra los que cuestionan la compra “para determinar si están defendiendo intereses de otros países”. De ser así, dijo, estarían “incurriendo en traición a la patria”.