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La labor periodística en Venezuela se enfrenta a graves problemas de censura y bloqueos por parte del régimen de Nicolás Maduro, que afectan la libertad de prensa e información en el país. Medios como locales han experimentado trabas en su labor, con bloqueos en internet y restricciones a la libertad de expresión. La crisis económica y la represión gubernamental han llevado a una situación precaria para los periodistas, con bajos ingresos y riesgos constantes en su labor, como detenciones arbitrarias y falta de acceso a la defensa legal. A pesar de los obstáculos, la vocación por el periodismo y la entrega de información de calidad persisten, con medios y periodistas buscando soluciones tecnológicas y estrategias para sortear las limitaciones impuestas por el régimen.

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La crisis política y poselectoral en Venezuela parece ser un problema sin término. Pero en el marco de la incertidumbre a manos del régimen de Nicolás Maduro, surge una interrogante: ¿Cómo persiste la prensa ‘independiente’ en el país caribeño?

Los medios en Venezuela enfrentan problemas crecientes, principalmente la censura y la autocensura, que han llevado a muchos a evitar comentar o publicar información para evitar represalias por parte del régimen.

Para abordar más de cerca la crisis política y social que vive el país caribeño luego del 28 de julio, donde el Consejo Nacional Electoral (CNE) en cuestionadas circunstancias dio como ganador a Maduro, BioBioChile conversó con un medio digital venezolano para conocer un poco de su realidad.

Nota importante: Los nombres del entrevistado y el medio fueron modificados como medida de resguardo ante eventuales represalias por parte del régimen de Nicolás Maduro.

Marcos Flores, miembro directivo de Informe al Día, afirmó que desde los cuestionados comicios presidenciales se ha registrado un aumento de trabas hacia los medios de comunicación.

A través de diferentes instituciones y su principal proveedor de servicios de Internet (CANTV), el régimen chavista ha implementado bloqueos para impedir el libre acceso a la información, no sólo en prensa, sino que también en redes sociales.

Ello, ‘amparados’ supuestamente en la Ley Resorte, aprobada a inicios de 2024, y que ha evolucionado para controlar la responsabilidad social de los medios de radio, televisión y digitales, según Flores.

De acuerdo con lo mencionado por el profesional, estos bloqueos no siempre tienen un procedimiento formal detrás, sino que a menudo se ejecutan arbitrariamente.

Este fue el caso de lo ocurrido con X (antes Twitter), el cual fue bloqueado durante 10 días luego de los comicios. Para poder usar esta red social -propiedad del magnate Elon Musk- los venezolanos han tenido que recurrir al uso de VPN, lo que se ha convertido en una práctica común en el país.

Censura y bloqueos a la prensa: vulneración de derechos en Venezuela

La censura y los bloqueos en Venezuela no solo vulneran el derecho constitucional al acceso libre a la información, sino que también impactan significativamente la operación de los medios de comunicación, advierten también diferentes ONG y organismo internacionales.

Para quienes desempeñan la labor periodística cuyo fin contrarresta al régimen de Maduro, tienden a sufrir la censura, impidiendo a la población acceder a la información, lo que -según acusan- se trata de una violación a un derecho fundamental.

Esto ha obligado a los medios y a las personas a recurrir a soluciones tecnológicas, como convertirse en ‘aficionados’ en informática para poder seguir accediendo y compartiendo información, como el uso de VPN y cambios de DNS.

Este escenario contrarresta también con las declaraciones de la diputada chilena Carmen Hertz (PC), quien hace unos días, además de descartar una dictadura en Venezuela, aseguró que “existe una libertad de expresión más grande” que en Chile.

Periodismo por ‘amor al arte’

En cuanto a la remuneración de la labor periodística, Marcos Flores asegura que es mínima, por lo que únicamente dedicarse a este trabajo no es suficiente para subsistir.

Es decir, prácticamente lo que hace posible que exista el periodismo ‘independiente’ en Venezuela -o crítico del oficialismo- es la vocación o, dicho en términos simples: ‘amor al arte’.

El directivo apuntó a que esta crisis, pese a la represión actual, se ha acrecentado desde 2013-2014, donde el mercado publicitario digital se ha desplomado.

En ese sentido, compara que mientras en otros países de América Latina los ingresos por publicidad son significativos, en Venezuela son muy bajos, perjudicando severamente la capacidad de monetización de los medios.

Lo anterior, debido a que las propias empresas publicitarias evitan pautar contenido en medios, principalmente para no generar conflictos con su regulador. “Simplemente tienen temores” al poder político, afirma.

No obstante, Flores destaca que muchos medios se sostienen a partir de donaciones de contribuyentes, ya sean personas o empresas.

“Tener un medio en Venezuela no es un negocio. Hay muchísimo riesgo, pero hay gente que cree muchísimo en el periodismo, que cree en la calidad del periodismo, que cree que se puede dar producto de buena calidad y en función de eso ponen dinero”, asevera.

Es decir, predomina muchísimo el “tema de vocación”. Asimismo, resalta que hubo un período en que el régimen adoptó también una estrategia de compra de medios. Muchos sufrieron “tantas presiones que terminaron vendiendo” la empresa.

Según la ONG Espacio Público, las propias audiencias reconocen esta crisis y demandan un periodismo riguroso que aborde aspectos relacionados con la política y la economía.

“Las personas buscan información conable, se forman para informarse, sortean todo tipo de obstáculos para acceder a información de calidad y reclaman análisis profundos sobre los acontecimientos que afectan sus vidas”, afirma.

Pero la vocación por el periodismo y la entrega de información de calidad trae consigo riesgos, y es a lo que se exponen cada día los periodistas críticos en Venezuela.

Los riesgos del personal de prensa en Venezuela

“Cuando vas a cubrir alguna protesta, es común ver a periodistas nacionales e internacionales utilizando cascos o chalecos antibalas rotulados con la palabra ‘Prensa’ o ‘Press’, precisamente porque hay riesgos de integridad del periodista”, advierte Flores.

En ese contexto, recordó lo ocurrido hace una semana con la reconocida periodista de espectáculos Carmela Longo, quien fue arrestada junto a su hijo tras un allanamiento de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) de Venezuela, según denunció el propio Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).

Son al menos 9 los trabajadores de la prensa -entre periodistas, reporteros gráficos y editores- detenidos desde el 28 de julio hasta la fecha en Venezuela, mientras que otros 3 se mantienen bajo arresto desde el período de precampaña y campaña electoral.

En tanto, uno está detenido desde 2021 en Caracas, mientras que otros dos periodistas se mantienen asilados en las dependencias de la embajada de Argentina.

Trabajadores de prensa, entre periodistas y reporteros, detenidos en Venezuela
Trabajadores de prensa detenidos en Venezuela | SNTP

El pasado 28 de agosto, las autoridades policiales detuvieron al periodista y activista político Biagio Pilieri, mientras estaba acompañado de su hijo Jesús Pilieri, estudiante de comunicación social en la Universidad Yacambú. Este último también está inubicable, según el SNTP.

“Presos por cosas absurdas”

De acuerdo con la ONG Foro Penal, desde los comicios del 28J se han registrado unas 1.780 detenciones. De estos, al menos 114 corresponden a menores de edad. En total, Nicolás Maduro ha asegurado que hay unas 2.300 personas arrestadas.

En ese sentido, Marcos Flores afirmó que “hay personas que están presas por cosas absurdas” y “además de eso, el derecho a la defensa no existe”.

Entre los manifestantes presos hay niños, personas con discapacidad, que están presas solo por poner un estado en WhatsApp que se pueda tildar de odio“, advirtió.

En Venezuela a una persona “se la llevan detenida (y) pueden pasar ocho o diez días sin saber de su paradero. (…) No se sabe cuáles son sus condiciones físicas, de salud, etc. Además no tienen derecho a abogado. (…) Aunque la persona pueda pagar uno, el Estado no permite el derecho a la defensa”, acusa.

Sin oficinas: “Un criterio de seguridad”

En lo que respecta a Informe al Día, el directivo reconoció que no han sido víctimas, hasta el momento, de alguna detención a manos del régimen chavista.

Sin embargo, recordó que en enero de 2023, tras cubrir unas protestas y reflejar la crisis salarial del sector público, que sigue afectando a médicos y enfermeras, sufrieron un bloqueo que los llevó a tener una “pérdida del 50% de páginas vistas” que recibían. En detalle, cayeron de “7 a 3,5 millones”.

En tanto, aclaró que como medida para resguardar al personal de prensa, no cuentan con oficinas o una sede física para reunirse, evitando así ser blanco de las fuerzas policiales de Venezuela.

Nosotros no tenemos oficinas desde pandemia, y la decisión responde más a un criterio de seguridad que al impacto económico que pueda tener el alquilar una oficina”, subrayó.

Dentro del equipo que trabaja en el medio, si bien hay periodistas que han emigrado, el 80% se mantiene en Venezuela trabajando de manera remota.

“Nosotros en términos generales estamos el 80% en Venezuela, somos aproximadamente 40 personas“, aseveró, agregando además que cada autor mantiene bajo resguardo su nombre con un “alter ego”.

En lo que respecta al trabajo en terreno y reporteo, Flores reveló que recientemente se ha adoptado una estrategia de fotografiar las protestas sin mostrar el rostro de las personas, para evitar así cualquier persecución que pueda afectar a los ciudadanos.

Fotos de manifestación
Manifestación de venezolanos | Cedida a BBCL

Inteligencia Artificial contra la represión de la prensa

Por su parte, otros medios locales también han optado por otras medidas más sofisticadas y al margen de la tecnología para resguardar a su personal de prensa.

Ese es el caso de una docena de medios venezolanos, quienes emprendieron la “Operación Reuit”, que mediante avatares creados con Inteligencia Artificial permite seguir informando y transmitiendo contenido en redes sociales sin exponer la integridad de sus periodistas y del resto de trabajadores de prensa, según consigna BBC.

“Te queremos decir que no somos reales. Fuimos generados por inteligencia artificial, pero nuestros contenidos sí son reales, verificados, de calidad y creados por periodistas”, dicen La Chama y El Pana, los dos personajes representativos con los que estos medios de prensa pretenden “romper el cerco” que se ha plantado sobre Venezuela.