Entre detalles que incluyen un aborto inducido, supuestas infidelidades con figuras de la farándula y hasta consumo de drogas, la agenda de Argentina sigue atravesada por la denuncia de violencia de género que hizo la exprimera dama Fabiola Yáñez contra el expresidente Alberto Fernández (2019-2023), ahora imputado en la Justicia y cada vez más cuestionado pese a sus intentos por negar los golpes alegando “tratamiento estético”, “adicciones al alcohol” o “extorsión”.
En concreto, el fiscal federal Ramiro González imputó al expresidente del peronismo por “lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo y por darse en un contexto de violencia de género y de amenazas coactivas en perjuicio de su expareja”. Pidió recabar las primeras pruebas a partir de las fotos y los chats de WhatsApp de la secretaria de Fernández, María Cantero, que ya manejaba la Justicia en el marco de la investigación de la causa de los seguros en el Estado por presunta corrupción en la contratación pública de “amigos” brokers.
Recientemente, Fernández intentó defenderse a través de unas declaraciones redundantes y pobladas de lugares comunes. Eligió hacerlo con el diario español El País, donde insistió en que “nunca ejerció violencia física” contra su expareja y la madre de su hijo Francisco, “ni contra ninguna mujer”, recordando sus dos anteriores relaciones amorosas. Sumó que “alguien incentivó” a Fabiola para denunciarlo “con otros fines” y apeló a un “aprovechamiento político del Gobierno” de Javier Milei.
Fernández dijo que de su teléfono celular “desaparecieron todos los chats del 2022 y del 2023 con Fabiola”, justamente el periodo en el que la mujer afirmó haber padecido los peores episodios, aunque ella afirmó que era víctima desde su compromiso en 2016. Además, el exjefe de Estado trasandino alegó en diálogo con el periodista Horacio Verbitsky, uno de los vacunados VIP en la pandemia de Covid-19, que el hematoma en el ojo de Fabiola se debió a “un tratamiento estético contra las arrugas”.
Mientras tanto, más revelaciones aportaron cómo era el lado oculto de Alberto Fernández, siempre según el relato de la víctima. “Él tomaba y se juntaba con sus amigos hippies que fumaban marihuana”, manifestó la exprimera dama, quien confesó que por las agresiones físicas también consumió sustancias.
Otro hecho incluido en el dictamen del fiscal González precisa que en 2016 Fernández obligó a Yáñez a practicarse un aborto. Y para sumarle atractivo en los programas de televisión, se especula con los nombres de varias figuras del espectáculo como visitantes tanto en la residencia presidencial de Olivos como en el despacho de Casa Rosa, siendo Tamara Pettinato en 2022 la protagonista de un video con declaración de amor y una presunta infidelidad. La periodista habría cobrado luego 4.500 dólares para conducir un evento de presentación de la app móvil “Precios justos”, programa gubernamental ya extinto que regulaba los productos en los supermercados de Argentina.
La community manager de la cuenta de Instagram de Dylan, el perro collie de Fernández, fue otra señalada por Fabiola Yáñez en su declaración: “Me llegaban mensajes de muchas mujeres que decían estar teniendo historias íntimas con él, lo cual él negaba. Incluso la persona que le manejaba la cuenta de Dylan, y que hoy maneja en gran medida toda la comunicación de Fernández, era una de estas personas”.
Es Cecilia del Milagro Hermoso González, de 35 años, quien se desempeñó como directora general de Comunicación Digital de la Presidencia de la Nación, pero que en términos prácticos estaba a cargo del perfil en redes del perro presidencial.
Cristina en Olivos: “Alberto, tenés que dejar de joder con las minas que traés acá”
“¿Nadie vio lo que pasaba en Olivos?”, se preguntan los argentinos, especialmente con el dedo hacia Cristina Fernández de Kirchner, la vicepresidenta que eligió al “moderado” Alberto Fernández para liderar la fórmula ganadora en 2019. Alguna vez le dijo en un acto a Fernández “te pido que uses la lapicera”, como muestra de la falta de liderazgo del presidente, o lanzó “cualquiera abrir mi celular, no sé si todos pueden decir lo mismo”.
Kirchner recién apareció el 9 de agosto, casi una semana después de conocerse el escándalo en los medios, para emitir un descargo en X contra Fernández, a quien le dijo que “no fue un buen presidente”, pero rápidamente calificó de igual manera a los expresidentes no peronistas Fernando de la Rúa (1999-2001) y Mauricio Macri (2015-2019). Recordó el intento de magnicidio en su contra, condenó la revictimización de Fabiola Yáñez y sentenció: “Las fotos delatan los aspectos más sórdidos y oscuros de la condición humana”.
Hasta dónde sabía Cristina Kirchner, tanto de la violencia como de los coqueteos e infidelidades con otras mujeres, es un enigma a descifrar. Clarín reveló detalles de la noche del 14 de septiembre de 2021 en la Quinta de Olivos, justo después de la derrota oficialista en las elecciones PASO legislativas. La vicepresidenta acudió a la residencia presidencial para reprocharle a Fernández las malas medidas económicas, pero una frase dio a entender que apuntaba también al descontrol de su vida íntima:
“Alberto, tenés que dejar de joder con las minas que traés acá, sos un pajero pero sos el Presidente. Empezá a controlar lo que hacés en tu vida privada porque todo el mundo lo sabe y nos va a causar problemas a todos”.
Los seis testigos citados a declarar en el caso de Fabiola Yáñez
Para imputar a Fernández, el fiscal González fundamentó sus acusaciones por nueve hechos plasmados en el expediente que van desde 2016, cuando Yáñez comenzó un vínculo de noviazgo con Fernández, hasta la actualidad. “Sufrió una relación atravesada por hostigamiento, acoso psicológico y agresiones físicas en un contexto de violencia de género e intrafamiliar”, que quedó “asentado sobre una relación asimétrica y desigual de poder”.
El Ministerio Público Fiscal buscará reconstruir los episodios, tanto en base a las pruebas como a la futura declaración indagatoria de Fernández. Hay al menos seis personas que aportarán desde la semana entrante su testimonio como testigos, nombradas en el expediente como al tanto de lo que padecía la exprimera dama detrás de la imagen del presidente que se presentaba en público como un aliado feminista.
En primer lugar, por supuesto, se encuentra citada a declarar María Cantero, la secretaria histórica de Fernández y dueña del celular peritado que guardaba los célebres chats de WhatsApp. A ella es a quien Fabiola le había revelado acerca de su calvario de golpes y amenazas del expresidente con las fotografías del hematoma en el ojo derecho y en la axila.
Cantero devolvía mensajes minimizando los ataques, con algún tímido consuelo, y los asociaba al mal momento político del entonces presidente. “No lo defiendo pero no es así, está muy mal él. Algo está pasando Faby”, se lee en uno de los chats judicializados y publicados por la prensa argentina esta semana.
Uno de los intercambios más fuertes vía WhatsApp se remonta al 12 de agosto de 2021, el día en que el canal LN+ reveló la foto del festejo clandestino de Yáñez en la quinta presidencial de Olivos, ocurrido el 14 de julio de 2020. En aquel momento de aislamiento por el Covid-19, estaba prohibido una reunión de ese calibre según un decreto firmado por el propio Fernández.
“Ayer me dio un cachetazo y hoy, además, me agarró del cuello. Hoy (12 de agosto de 2021), sabiendo que puedo estar embarazada, me dio una patada en la panza”, le confió Yáñez a la secretaria Cantero. “Me pegó un día en la cara y tengo el ojo negro”, afirmó en otro tramo. Cantero se limitó a escribir cosas como “No puedo creer lo que me decís” y “Preservate”, y le pidió que no le cuente a nadie la conversación: “Si le hablo por este tema (a Alberto Fernández) me mata a mí y vos”.
Otra persona citada como testigo es la periodista Alicia Barrios, mencionada por la exprimera dama como otra de las personas que tenía conocimiento de los hechos de violencia en Olivos. Por ejemplo, Fabiola dijo que Fernández la dejó prácticamente encerrada en la casa de huéspedes con su bebé.
En tanto, el relato de Sofía Pacchi, examiga de Fabiola que formó parte del staff de comunicación asignado a la expareja de Fernández, podría clarificar lo sucedido en torno a la responsabilidad en cuanto a la fiesta clandestina de Olivos, ya que fue una de las partícipes. Y por si fuera poco, Yáñez apuntó en uno de los chats que Fernández “estaba coaccionando a una conocida mía (Pacchi) para que se acueste con él”.
La madre de Fabiola, Miriam Yáñez Verdugo, también deberá declarar ante la Justicia a distancia desde Madrid, donde acompaña el día a día de su hija y nieto. Fernández dijo conservar chats con su exsuegra, en los que habrían compartido la preocupación por el alcoholismo de ella.
También será citado como testigo el intendente de la Quinta de Olivos, Daniel Rodríguez, para conocer en profundidad qué pasaba puertas adentro de la residencia, teniendo en cuenta que era un hombre de confianza del expresidente. El Ministerio Público Fiscal dejó clara la necesidad de preservar y acceder a todos los registros fílmicos relativos entre diciembre de 2019 y diciembre de 2023, además de la nómina del personal doméstico que cumplía funciones en el chalet y en la casa de huéspedes.
El sexto y último integrante de la primera nómina de testigos es el médico Walter Federico Saavedra, a cargo del servicio que cuidaba la salud de la familia oficial. Fabiola lo nombró en su declaración como el profesional que la vio con el ojo morado y le recetó globulitos de árnica (medicina homeopática) para que se le fuera la hinchazón. Según Yáñez, el trato más violento lo recibió durante 2023, el último año del mandato de Fernández, quien la culpaba por el pésimo momento del gobierno.
El historial médico de la exprimera dama, incluso fuera de la órbita estatal, será un elemento a considerar en el expediente. De hecho, en junio de este año, Yáñez fue asistida en el Hospital Universitario de Madrid por una “crisis de ansiedad” asociado al “acoso” que sufría por parte de Fernández ante la inminente apertura de los chats de violencia.
Quien ya se desligó de conocer lo que pasaba con Yáñez es la segunda ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Ayelén Mazzina, quien se presentó de manera voluntaria ante la Justicia y expresó: “En ningún momento Fabiola se me acercó a pedir ayuda ni nada. Tampoco me mostró su celular, ni ninguna foto ni ningún video. Esa escena no existió”. Ambas compartieron un viaje a Brasil por el Primer Encuentro de Integración de Mujeres Latinoamericanas en julio de 2023 y una cena informal poco después. Siempre la temática se centró en la gestión y en el protocolo, según la exfuncionaria.
Fabiola asegura otra cosa. Dijo haberle pedido ayuda a Mazzina y que nunca la asistieron desde el Ministerio de la Mujer, tan publicitado por Fernández durante su mandato para erradicar la violencia de género: “Sólo se dedicaron a hablar de frivolidades y de mentiras”.