Siguen las repercusiones tras el cuestionado triunfo de Nicolás Maduro anunciado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en Venezuela, quien de acuerdo al ente electoral se impuso ante el candidato opositor Edmundo González.
Diversos países se han negado a reconocer los resultados de los comicios hasta que se lleve a cabo una revisión de las actas y así verificar las cifras.
En respuesta, el régimen de Maduro ordenó expulsar de Venezuela a todo el personal diplomático del Grupo de Lima en su territorio, lo que involucra al menos a ocho países, incluyendo a Chile.
A través de un comunicado, el canciller venezolano, Yvan Gil, confirmó la medida, catalogando a estos países como “de derecha, subordinados a Washington” y hasta con ideologías fascistas.
Sin embargo, se espera que las consecuencias tras el proceso electoral se mantengan, más aún considerando que Maduro ya fue proclamado el lunes. Al menos tres personas han muerto y varias decenas han sido detenidas en el marco de las manifestaciones, según la ONG de Derechos Humanos Foro Penal.
Gilberto Aranda, académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, señala a BioBioChile que “hay una irregularidad manifiesta” y que lo que restar por saber “es si van a mostrar las actas, que es lo que ha pedido la oposición, y si se puede hacer un reconteo de actas y especialmente una auditoría”.
“Es una situación que escapa a lo que es una competencia transparente”, sostiene, agregando que el régimen chavista ha ido “extinguiendo y relativizando” sus lazos con la comunidad del hemisferio “y a su vez reforzando los vínculos con países extrarregionales que tienen otra experiencia frente a la forma de hacer política”.
“Eso también es resultado de las sanciones unilaterales que ha hecho buscar, o reforzar, otros apoyos”, dice. “En ese contexto, los instrumentos que tiene la sociedad internacional no son demasiados”, remarca.
En ese sentido, Aranda dice que eventualmente una presión internacional podría tener algún efecto, “si es que hay acuerdos en torno a una declaración exigiendo determinadas medidas. Creo que eso puede ayudar pero tiene que ser consensuado”.
Vanessa Cárdenas, académica del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terrae, indica que aún resta por saber “qué van a decir los observadores internacionales y lo que resulte del conteo de actas”.
“El fraude electoral no solamente es modificar el número de votos en las urnas sino que en este tipo de de gobiernos y de coyunturas, comienza años o meses antes de la elección, y van desde la manipulación de las audiencias de manera directa por medio del discurso, del miedo, de la compra de votos y la represión, hasta la inhabilitación de los candidatos políticos o dificultando la irrupción de nuevos actores y aspirantes en el escenario político electoral”, plantea.
La académica señala que pese a los Acuerdos de Barbados firmados por Venezuela, “no ha habido un compromiso real”, agregando que “se han ido incumpliendo todos estos acuerdos, desde cómo se inhabilitó a Corina Machado, la complejidad para la no inscripción de Corina Yaris y también el cómo se desinvitó a observadores, por ejemplo, de la Unión Europea”.
“Otro factor también que incide en la duda es que si hay un voto electrónico para agilizar el conteo, entonces porque hubo la tardanza que se dio en los resultados del día de ayer”, precisa.
Por su parte, Francisco Tagle, académico de la Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes, enfatiza que en este proceso electoal habían condiciones previas “que ya no permitían, o podían poner ya en duda, cualquier elección que fuera válida”.
“Recordemos que en Venezuela hay medios de comunicación clausurados, portales web cerrados y hay presos políticos. Son triquiñuelas para que la oposición no pudiera participar”, sostiene.
“Entonces, no solamente la elección del domingo se puede poner en duda, sino que hay todo un contexto previo que se arrastra de años en Venezuela respecto a si son realmente legítimas o no las votaciones en este país”, argumenta.
“No es solo por lo sucedido ayer, sino también por el contexto previo que se hacen muy poco creíbles los resultados de todas las elecciones en Venezuela”, dice.
Lo que se viene tras el cuestionado triunfo de Maduro
Aranda plantea que resta por esperar una eventual “acción en el Consejo Nacional Electoral respecto a proceder a una auditoría sobre los escrutinios, lo que tomaría semanas”.
“Y en ese contexto, pues lo que podemos esperar es de movilizaciones en la calle que pueden ser más, o menos, multitudinarias. Podríamos ver también una presión internacional como la que he descrito. Y finalmente vamos a ver probablemente otra corriente migratoria que se reubique en la región, como ya ha sido la tónica”, cierra.
Cárdenas, en tanto, cree que ambos bandos, la oposición y el gobierno, “tienen ya una narrativa preconcebida de meses atrás sobre el intento de fraude o el fraude”.
“Creo que van a venir meses muy complicados en las próximas semanas por la exigencia de la auditoría de la elección, la presión internacional y la movilización de una oposición que por primera vez actuó de manera unida y coordinada, que había sido la gran debilidad de los otros eventos electorales que había tenido Venezuela”, explica.
“Y por otro lado, pues habrá un régimen que va a ir fortaleciendo cada vez sus características autoritarias y de persecución a los participantes opositores electorales que estén dentro de Venezuela. Creo que ese es el gran riesgo, la represión que puedan sufrir estos grupos”, enfatiza.
Para Tagle, lo ocurrido este domingo no difiere mucho respecto a lo que pasó en 2018 “o lo que ha pasado en otras ocasiones en Venezuela, instancias en las que se ha hecho una gran escandalera internacional, desconociendo las elecciones, también está lo que sucedió con Juan Guaidó como presidente encargado, etc”.
“Sin embargo, al parecer toda esa escandalera internacional finalmente no termina en nada y Maduro sigue en el poder. Hay que ver cómo se da la situación con los días, pero pareciera que finalmente tampoco va a ser muy distinto a lo anterior”, concluye.