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En medio de tensiones y conflictos internos, la vicepresidenta argentina Victoria Villarruel desató una controversia diplomática al calificar a Francia de "colonialista" por ofenderse con los cánticos de la Selección Argentina. Esto marcó el quiebre en su relación con Javier Milei, quien ha consolidado una agenda propia junto a su hermana Karina, "El Jefe" en las decisiones presidenciales. La disputa se intensifica con la defensa de Villarruel a los jugadores argentinos y la disculpa de Karina con Francia, mientras el Senado podría revisar millonarios destinos presupuestarios y designaciones en la Secretaría de Inteligencia del Estado, generando incertidumbre sobre el futuro del gobierno trasandino.
Tras defender a la Selección Argentina por los cánticos contra Francia, Victoria Villarruel consolida su propia agenda para disgusto de Karina, hermana del Presidente y “La Jefe” del gobierno libertario.
Bastó con que la vicepresidenta argentina Victoria Villarruel tachara de “colonialista” a Francia por ofenderse con los cánticos de la Selección Argentina para que Javier Milei ratificara el quiebre de su relación. El binomio que gobierna el país trasandino atraviesa la peor semana a poco más de siete meses de su asunción.
Pese a que públicamente desde la Casa Rosada intentan minimizar el malestar, el mapa oficial del Estado argentino publicado en el sitio del gobierno confirma otra cosa: la vicepresidenta fue borrada del cuadro de poder y al lado de Milei figura su hermana Karina, la secretaria general de la Presidencia, a quien llaman “El Jefe” (así en masculino) y es la máxima persona de confianza desde su época como candidato.
La relación del presidente trasandino y su vice arrastra hace tiempo varias posiciones encontradas, por ejemplo, en cuanto al manejo del Senado, donde Villarruel ejerce como la titular de la Cámara y puede desempatar en votaciones. Debió negociar apoyos con la “casta” que Milei tanto aborrece en su discurso y aprobar “dietazos” a mano alzada para los legisladores, dos decisiones impopulares en medio del ajuste a la población. Para peor, habilitó el recinto para que la oposición celebrara una fugaz y pequeña victoria al rechazar el DNU 70/2023, que sentó las bases del gobierno libertario en diciembre e igualmente sigue vigente (Diputados no consideró el debate).
Es obvia la desconfianza que existe entre Karina Milei, “El Jefe”, y Victoria Villarruel. La autonomía con la que juega la vicepresidenta no es del agrado de la secretaria general de la Presidencia, de allí que la desplace de la toma de decisiones y de las luces de la escena. Meses atrás, Villarruel llegó a calificar al Presidente como “el pobre jamoncito”, atrapado entre ella y Karina: “Las dos somos bravas”.
Hábil, Villarruel sabe cómo escapar de la tensión y salir airosa. No estuvo por una supuesta gripe al Pacto de Mayo, cuando el 9 de julio (Día de la Independencia) Milei convocó a 18 de los 24 gobernadores en Tucumán, pero a la mañana siguiente apareció en el desfile militar de Buenos Aires arriba de un tanque, en una foto coprotagonizada con un alegre Javier Milei que quedó inmortalizada en la portada de The Wall Street Journal.
No es la primera vez que un binomio cae en la grieta en Argentina. En su primer gobierno, Cristina Fernández de Kirchner (2007-2011) la pasó mal con su vice radical Julio Cobos, a quien el kirchnerismo le dejó el mote de “traidor” por el voto “no positivo” en el Senado para rechazar las retenciones luego de un largo conflicto con el campo. Cuando Cristina fue la vice de Alberto Fernández entre 2019 y 2023, lo humilló pidiéndole que “usara la lapicera” para administrar las tensiones sociales cuando hasta los propios rechazaban su conducción.
Los cánticos del fútbol contra Francia y los pleitos palaciegos
El mapa del Estado argentino es un organigrama publicado en el sitio web de la Presidencia que muestra las caras y los rangos del Poder Ejecutivo. Hoy, a la misma altura de Milei, aparece su hermana Karina y para abajo siguen el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y los ocho ministros de la Nación. Al pie de la página se aclara que fue actualizado el pasado 18 de julio, apenas un día después del mensaje de la vicepresidenta Victoria Villarruel en la red social X que provocó casi un conflicto diplomático en Francia.
La presidenta del Senado había salido a defender a los jugadores de la Selección Argentina, luego de que los franceses expresaran su repudio al volante Enzo Fernández, quien se había grabado en Instagram festejando la Copa América con un tema de la hinchada considerado “racista” y “xenofóbico” (“Juegan en Francia, pero son todos de Angola”).
El subsecretario de Deportes, Julio Garro, dijo que tanto el capitán Lionel Messi como el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, debían pedir perdón, una postura cuestionada en redes sociales dado el fervor popular del fútbol.
Villarruel, entonces, apeló al patriotismo con duros términos referidos a la historia imperialista de Francia: “Argentina es un país soberano y libre. Nunca tuvimos colonias ni ciudadanos de segunda (…) Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir. Basta de simular indignación, hipócritas. Enzo yo te banco, Messi ¡gracias por todo! ¡Argentinos siempre con la frente alta! ¡Viva la argentinidad!”.
A las pocas horas, Milei expulsó a Garro del gabinete por meterse con Messi (“Ningún gobierno puede decirle qué comentar, qué pensar o qué hacer a la Selección Argentina Campeona del Mundo y Bicampeona de América”), pero no fue precisamente un guiño para Villarruel. Todo lo contrario.
Sin vínculo con Villarruel, la hermana de Milei hizo control de daños y salió directo desde su despacho hacia la Embajada de Francia para reunirse con el diplomático Romain Nadal, a quien le pidió disculpas por los cánticos, justo en la previa del viaje del mandatario argentino por los Juegos Olímpicos y el encuentro bilateral con su par francés Emanuel Macron, que tiene influencia en el Club de París, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Milei evitó confrontar a Villarruel y disimuló el enojo, rescatando el rol de su hermana para “congelar” el conflicto. Apenas manifestó en el programa de streaming “Neura” que lo de la vice “no fue un tuit feliz” porque “no podés, por una cuestión deportiva, generar un quilombo institucional en términos diplomáticos. Pero, ya está, ya lo arregló Kari”. En tanto, el vocero oficial Manuel Adorni desautorizó a la vice y aseguró que sus palabras contra Francia “no son la postura del Gobierno”.
En la vereda de Villarruel, los hechos apuntan a la consolidación de una agenda propia. Con el tuit contra Francia aún hoy fijado en su cuenta de X, Villarruel viajó a la provincia de Catamarca y se mostró junto al gobernador peronista Raúl Jalil, uno de los pocos que mantiene buen diálogo con la Rosada. La imagen comunica a la perfección: Villarruel eligió mostrarse con poncho y la Virgen María en las fiestas de los pueblos del interior, mientras Milei acumuló 12 viajes al exterior del país en siete meses de gestión.
“Yo siempre quise defender a la Selección Argentina y a los argentinos, así que todas las demás interpretaciones, la verdad que las paso por alto y no me ofendo. Creo que lo más importante es estar apoyando a cada uno de los argentinos y la selección nos da tantas alegrías que creo que todos estamos de acuerdo en agradecerles, apoyarlos y estar siempre con ellos”, dijo Villarruel en Catamarca, quitándole importancia a la interna libertaria.
Después, el miércoles, la número dos de Argentina fue sola a la Exposición Rural de Palermo. En su ingreso, se limitó a decir ante la prensa que su relación con Milei está “bien, por supuesto” y amplió en lo que sí le interesa en su agenda: la gestión desde el Congreso para mejorar la producción de biotecnología. “No quiero quitarle relevancia a lo que vengo a hacer acá, que es apoyar al campo. Será en otra oportunidad que hable de esa cuestión. Hoy el campo es lo único importante”, declaró.
Según Clarín, la hermana de Milei mantiene una “relación aceitada” con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, con quien avanza en el fortalecimiento del partido libertario La Libertad Avanza en cada rincón del país, en sociedad con Eduardo “Lule” Menem, primo del primo del expresidente Carlos Menem. Es este armado el que podría agravar el enfrentamiento entre Karina y Villarruel porque es “El Jefe” quien designa a su propia gente y posterga a otros militantes que trabajaron en la campaña presidencial.
Esta semana, el senador oficialista Fernando Paoltroni, uno de los siete de La Libertad Avanza en la Cámara Alta, salió en defensa de la vicepresidenta. Se trata de quien también anticipó que no votará el pliego del polémico juez Ariel Lijo, impulsado por Javier Milei, para que pueda convertirse en miembro de la Corte Suprema de Justicia.
Queda saber si el Senado revisará los 100.000 millones de pesos (casi 70 millones de dólares) que el Presidente le destinó a la resucitada Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), bajo el ala del asesor Santiago Caputo, su otro pilar que tiene sintonía con Karina. Villarruel se había entusiasmado al inicio de la gestión con comandar las áreas de Defensa y Seguridad. Se lo negaron para negociar el ingreso de Patricia Bullrich y Luis Petri, los candidatos de Juntos por el Cambio que quedaron terceros en las elecciones generales de octubre. ¿Intervendrá ahora?
