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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, respondió a las críticas tras su advertencia de "baño de sangre" en caso de perder las elecciones, aclarando que fue una "reflexión" y recomendando a quienes se asustaron que tomen una manzanilla. En medio de la campaña electoral, Maduro se defendió de las críticas del expresidente de Brasil, Lula da Silva, quien expresó su preocupación por la declaración del mandatario venezolano. Lula instó a Maduro a respetar el proceso democrático y recordó que en una democracia, el perdedor se lleva un "baño de votos, no de sangre". Maduro argumentó que su advertencia se basa en evitar el regreso de la violencia, recordando episodios pasados como el "Caracazo" de 1989.

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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró este martes que la advertencia sobre que habrá un “baño de sangre” en la nación caribeña si pierde las elecciones presidenciales del 28 de julio fue una “reflexión” y -añadió- que si alguien se asustó por esta declaración que “se tome una manzanilla”.

“Yo no dije mentiras, solo hice una reflexión, el que se asustó que se tome una manzanilla porque este pueblo de Venezuela está curado de espanto y sabe lo que estoy diciendo, y en Venezuela va a triunfar la paz, el poder popular, la unión cívico-militar-policial perfecta, aquí no viene (Javier) Milei”, dijo Maduro en un acto de campaña transmitido por el canal estatal VTV.

El mandatario responde así a las declaraciones de su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, -sin mencionarlo directamente- quien dijo haberse asustado cuando Maduro dijo que si pierde las elecciones del domingo habrá “un baño de sangre”, en un intento, según la oposición, de provocar la abstención entre quienes abogan por sacarlo del poder.

“Me asusté con esa declaración”, dijo Lula en una entrevista con corresponsales extranjeros, en la que reveló que conversó dos veces con Maduro para advertirle que “si quiere contribuir a resolver el problema de crecimiento de Venezuela y la vuelta de los que se fueron, tiene que respetar el proceso democrático”.

Lula, quien no ha ocultado en los últimos meses sus diferencias con el mandatario venezolano, agregó que, en democracia, “el que pierde se lleva un baño de votos, no un baño de sangre”, y que “Maduro tiene que aprender que cuando uno gana se queda, y cuando pierde se va y se prepara para otras elecciones”.

El presidente Maduro, que reitera que continuará al frente del poder, sostuvo que ha “salvado” a Venezuela de una “guerra civil” varias veces, sin detallar en qué momentos y circunstancias.

“Yo dije que si, negado y trasmutado, la derecha extremista, bolsonarista, seguidores de Milei y de Hitler, llegaran al poder político en Venezuela, vendría un baño de sangre, y no es que lo digo inventando, es que ya vivimos un baño de sangre, el 27 y 28 de febrero (de 1989, en referencia al conocido ‘Caracazo’)”, añadió.

Brasil enviará a Venezuela dos observadores de la Justicia electoral para los comicios presidenciales, así como el excanciller y actual asesor de Asuntos Internacionales, Celso Amorim.