Gran polémica generó en mayo la información sobre que Rusia habría encontrado una de las más grandes reservas de petróleo del planeta en la Antártica. Ahora, se dio a conocer que Moscú entregó un informe secreto explicando el hallazgo a Argentina.
Según reveló en aquella fecha The Telegraph, el ‘oro negro’ fue localizado en el Territorio Antártico Británico. Este es el más grande y más meridional de los 14 territorios de ultramar del Reino Unido.
A su vez, esta zona es una de las más hostiles, ya que el 99% está cubierto de hielo.
Sin embargo, la mayor parte de este territorio también es reclamado por Chile y Argentina. Además, todavía está pendiente el reclamo de soberanía por las Islas Malvinas que se lleva adelante en la ONU.
En ese entonces, el medio trasandino El Cronista informó que Argentina enviaría una nota a Moscú para pedir explicaciones sobre el presunto hallazgo de la reserva con capacidad para 511.000 millones de barriles de petróleo.
Esto, para conocer si las investigaciones realizadas por Rusia fueron con fines científicos o si más bien hubo una exploración por el ‘oro negro’.
Rusia respondió a Argentina y explica hallazgo de petróleo en la Antártica
Ahora, a más de un mes de la polémica, el citado medio argentino aseguró que el Kremlin respondió al gobierno de Javier Milei y explicó el contexto del hallazgo.
“Las actividades realizadas por Rusia consistieron en estudios geológicos que se encuentran contemplados dentro de la actividad científica que permite el Sistema del Tratado Antártico”, señala un documento secreto entregado por Rusia a la Cancillería argentina.
Es decir, según Moscú, los yacimientos de hidrocarburos se habrían encontrado mediante una investigación con fines científicos.
Asimismo, el informe añade que “esos estudios, finalizados en 2020, fueron informados a todas las Partes del Tratado Antártico”.
Por ello, el Kremlin asegura que “no se trató de una actividad de exploración y no se realizó ningún tipo de perforación”.
El Tratado Antártico
Cabe destacar que el Tratado Antártico de 1959 prohíbe la actividad minera o petrolera (es decir, explotación) en la Antártica.
De acuerdo a lo precisado por la Secretaría del Tratado Antártico, el continente blanco será utilizado exclusivamente para fines pacíficos, investigación científica, así como la divulgación libre, y entre las partes, sobre los hallazgos que se realicen en la zona.
“A fin de promover los objetivos del Tratado Antártico y procurar que se observen sus disposiciones, las partes están obligadas a informarse mutuamente sobre sus actividades en la Antártida y a facilitar las inspecciones de sus instalaciones que realicen otras partes”, detalla.