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Tras un tenso episodio en Bolivia, donde las Fuerzas Armadas irrumpieron en el Palacio Presidencial en un intento de golpe de Estado, desatando una crisis que llevó al presidente Luis Arce a cambiar todo el alto mando militar, los militares desplegados se retiraron el lugar.

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Tras la irrupción de las Fuerzas Armadas (FF.AA) este miércoles al Palacio Presidencial de Bolivia, en lo que fue catalogado como un intento de Golpe de Estado por parte del presidente Luis Arce, los militares decidieron retirarse luego que el mandatario cambiara a todo el alto mando de las FF.AA.

Pese al gran contingente militar armado desplegado en las calles y que se tomaron la sede el Ejecutivo, no se reportaron mayores incidentes.

En medio de la alta tensión por el actuar de las FF.AA, el presidente Arce removió de su cargo a Juan José Zúñiga, -en ese entonces- comandante del Ejército que habría liderado el levantamiento.

En su lugar, fue designado José Sánchez Velásquez como nuevo comandante general del Ejército; mientras que Gerardo Zabala Álvarez fue nombrado para liderar a la Fuerza Aérea y Renán Guardia Ramírez a la Armada.

El intento de Golpe de Estado en Bolivia

Fue a alrededor de las 16:00 horas (hora chilena) cuando un tanque tiró la puerta de la Casa Grande del Pueblo sede del Gobierno de Bolivia en la ciudad de La Paz.

En ese momento, Zuñiga ingresó al edificio junto a un grupo militar, amenazando con cambiar el “gabinete de Gobierno” para “establecer” la democracia en Bolivia.

Después de varios minutos, el -ahora- exjefe del Ejército salió del Palacio Presidencial, diciendo que liberaría a “todos los presos políticos”. Entre estos, a la expresidenta interina Jeanine Añez; al gobernador opositor Luis Fernando Camacho y a “todos los militares presos”.

Todo se dio en el marco de los rumores acerca de la posible destitución de Zúñiga y de otros altos mandos militares.

En tanto, el presidente Arce se enfrentó cara a cara con el alto mando del Ejército en la puerta de la sede del Gobierno. Tras esto, le ordenó “replegar” a los militares que lo acompañaban.

“Repliegue todas estás fuerzas es una orden”, gritó Luis Arce a Zúñiga. Este último se negó.

Tras cambiar a los altos mandos de las Fuerzas Armadas, el nuevo general Sánchez Velásquez declaró que, “como nuevo comandante general del Ejército ordeno, dispongo que todo el personal que se encuentra movilizado en las calles deben retornar a sus unidades”.

Posteriormente, se informó -y mostró a través de videos en redes sociales- que los militares acataron las nuevas instrucciones, volviendo a sus unidades, retirándose los tanques y el grupo de las FF.AA del Palacio Presidencial de Murillo.