Este domingo 2 de junio se llevarán a cabo las elecciones de México, instancia en la que casi 99 millones de ciudadanos elegirán no sólo al Presidente sino que también a más de 20 mil cargos locales, estatales y en el Congreso.
La magnitud de los comicios lo convierten en los mayores del país en cuanto a votantes y cargos. Sin embargo, la campaña electoral también se ha transformado en la más sangrienta de la nación azteca.
Si bien las cifras varían levemente según la medición, un reporte del The New York Post publicado el 25 de mayo detalló que al menos 36 candidatos a diferentes puestos han sido asesinados desde junio.
Desde entonces, se han reportado nuevos casos: el martes el candidato suplente a presidente municipal de la ciudad de Cuautla, estado de Morelos, Ricardo Arizmendi, fue asesinado a balazos en una plaza comercial.
Apenas un día después, José Alfredo Cabrera Barrientos, candidato a la alcaldía de Coyuca de Benítez, municipio en el estado en Guerrero, también murió tras ser baleado a quemarropa, hecho que generó conmoción además porque fue captado en video.
Se trata de un fenómeno que se ha repetido anteriormente. De hecho, un estudio hecho por el Colegio de México arrojó que cuando los mexicanos sufragaron en 2021 para elegir a más de 19.900 cargos locales, al menos 32 candidatos fueron asesinados.
Pese a esto, lo visto en el actual proceso no deja de llamar la atención por la sangre fría con la que los grupos criminales han actuado en contra de los postulantes.
La citada investigación remarca que la violencia electoral “deteriora la calidad de la democracia y la gobernabilidad del país. Los partidos políticos mexicanos están conscientes de ello”.
“Los últimos tres procesos electorales han sido muy violentos y existe un consenso respecto a que la violencia tendrá un rol decisivo en las elecciones generales del 2024”, vaticinó aquel trabajo.
En conversación con BioBioChile, Vanessa Cárdenas, académica del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terrae ratificó que estas elecciones son históricas, entre otras cosas, por la irrupción del crimen organizado.
“No quiere decir que en las del 2018 no hayamos tenido altos índices de asesinatos, pero en esta elección ha sido histórico. Llevamos 29 candidatos asesinados, esa es la cifra oficial de candidatos, pero son 34 si incorporamos algunos precandidatos o candidatos que han hecho cambios, y víctimas de violencia son 720 hasta el día de hoy”, precisó.
“Al hablar de violencia me refiero a amenazas, secuestros, golpes, etc. Entonces, indudablemente tiene una un impacto en la población.Estas cifras de violencia van a jugar a favor de la alianza opositora de Fuerza y Corazón por México, liderada por Xóchitl Gálvez, porque en general los votos que van para Claudia Sheinbaum ya están muy consolidados”, expresó.
“Estas cifras alarmantes afectan sobretodo a los ciudadanos no solamente en términos de la situación y de la percepción de la violencia y de la inseguridad propia, sino también abren la reflexión para decir ‘quiénes son estos candidatos que están llegando y que no han sido asesinados’, es decir, aquellos que tienen vínculos y que tienen lazos con el crimen organizado, haciendo que haya una línea difusa o una poca diferenciación entre quienes son políticos y quienes son del crimen organizado”, puntualizó.
“Entre la gente, sobretodo en los municipios, se sabe que hay acuerdos familiares y políticos con el crimen organizado para no solamente subsidiar las campañas, es decir, financiamiento ilícito del narcotráfico en las campañas, sino también para que los dejen gobernar”, enfatizó.
El martes 28 de mayo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador reconoció el asesinato de 22 aspirantes a las elecciones. Sin embargo, organizaciones independientes reportan cifras mayores, al menos 30, según informó este martes la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.
“A la fecha han ocurrido ocho homicidios de personas candidatas, registradas oficialmente ante el INE (Instituto Nacional Electoral) o ante los institutos electorales locales, esto es el número oficial de candidatas y candidatos”, declaró Rodríguez en la conferencia matutina del Gobierno.
“También hubo cuatro lamentables homicidios de precandidatos, es decir, personas que estaban registradas oficialmente ante sus partidos, pero no alcanzaron a tener una inscripción oficial” en los organismos electorales, sostuvo la secretaria. El conteo oficial la completan “10 homicidios de personas aspirantes no registradas oficialmente”, pero que habían manifestado sus intenciones de contender.
Uno de los casos más impactantes es el de Aníbal Zúñiga Cortés, candidato a regidor de la ciudad Coyuca de Benítez, quien junto a su esposa, Rubí Bravo Solís, aparecieron desmembrados en bolsas de plástico dentro de su propia camioneta en el puerto de Acapulco.
De acuerdo al medio local El Heraldo, el macabro hallazgo ocurrió la mañana del jueves 16 de mayo. Junto a los restos se halló propaganda política del candidato.
Precisamente, el brutal asesinato de Zúñiga Cortés había llevado al fallecido candidato Cabrera Barrientos a pedir mayor seguridad para la campaña, lo que no impidió que igualmente fuera acribillado.
Según reporta la organización mexicana Data Cívica, a lo largo de casi dos décadas “el crimen organizado ha diversificado e intensificado sus estrategias para incidir en la política local mexicana”.
“Elección tras elección, observamos un número creciente de ataques directos a personas que se desempeñan en el ámbito de la política por parte de grupos de la delincuencia organizada”, detalló.
Un reporte publicado por dicho organismo arrojó que un total de 105 personas aspirantes, precandidatas y candidatas sufrieron algún tipo de ataque violento por parte de la delincuencia organizada en México.
“De esas, 31 fueron asesinatos (sumando los casos ocurridos los últimos dos días de campañas), lo que representa casi una tercera parte del total”, detalló.
De las 105 personas candidatas atacadas durante las campañas de 2024, más de la mitad fueron atacadas durante los últimos dos meses antes de las elecciones, consignó Data Cívica.
De esta manera, la entidad concluyó que el periodo electoral 2023-2024 fue más violento que el de 2020-2021 y también que el de 2018. No obstante, aclaró que no cuenta con datos de 2017 como para hacer esa comparativa.